Buzoneo o cómo aumentar tus ventas sin grandes inversiones
Dicen distintos estudios que recibimos una media de unos 3.000 impactos publicitarios diarios. Partiendo de estos datos parece claro que cada acción publicitaria tiene la obligación de no pasar desapercibida y tratar de quedarse en el subconsciente de todo aquel al que va dirigida la campaña.
Más allá de las grandes inversiones en enormes departamentos de marketing y en campañas costosas capaces de dar la vuelta al globo, las últimas investigaciones con el marketing directo como protagonista han venido a demostrar que no se trata de gastar verdaderas millonadas en publicidad cuando de tener el éxito con una comunicación se trata.
Y es que acciones tan clásicas, efectivas, que requieren de tan poca inversión y con una tasa de conversión tan alta como el buzoneo ponen de manifiesto que con una correcta planificación, una concienzuda selección de las zonas adecuadas para la distribución de nuestro mensaje y un estudio minucioso de aquello que se quiere comunicar poniendo el acento en los detalles acaba dando resultados tremendamente interesantes.
El buzoneo, como tantas otras acciones de marketing, requiere de una serie de pautas que se deben tener en cuenta antes de poner en marcha el lanzamiento de ninguna campaña en busca de dar en el centro de la diana de las necesidades de nuestros clientes. Es por eso que los principales profesionales en este campo coinciden en repetir hasta la saciedad una serie de claves que no podemos dejar de lado una vez tenemos claro que el buzoneo es la mejor solución a nuestra necesidad comunicativa.
La primera de estas es la que nos lleva a emplear gran parte de nuestros esfuerzos en elaborar un mensaje claro y directo capaz de llamar la atención de nuestro target con unas pocas palabras. Y es que parece demostrado que los textos largos acaban haciendo perder el interés del consumidor.
Este primer punto nos obliga, pues, a tratar de ser lo más originales que podamos. No hay nada que suscite menos interés en el gran público que la publicidad aburrida. En este sentido vale la pena recordar que dentro del buzoneo existen distintos formatos tales como el poming, el perching o el felpuding que pueden resultar de lo más interesantes en función de cada caso concreto.
Ningún esfuerzo en nada de lo anterior habrá valido la pena si no realizamos un profundo estudio de mercado que nos ayude a determinar tanto a quién va dirigida nuestra comunicación como cuándo es el momento adecuado para lanzarla. Tampoco está de más comprobar qué le está funcionando a la competencia en todos los ámbitos, incluido el comunicativo.
Llegado este punto habrá también que determinar a cuánta gente podemos o debemos llegar, dado que no es lo mismo repartir dípticos de un negocio de barrio que folletos de una gran superficie que quiere hacerse oír a lo largo y ancho de uno o más municipios. Tener claro este punto nos ayudará no realizar repartos innecesarios o con una baja probabilidad de conversión.
Es por eso que todos estos puntos nos llevan al que quizás sea el más importante de todos. El que nos dice de la importancia de elegir a la empresa de publicidad y marketing especializada en este tipo de acciones correcta para gestionar la campaña. El buzoneo, como toda acción de marketing, requiere de profesionales con experiencia para alcanzar el éxito.
Buzoneo en Madrid Reparto de publicidad en Madrid, Barcelona y toda España. Disponemos también de azafatas y promotoras para sus eventos.
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