Tecnología y artesania la mezcla perfecta para el buen calzado

Diseñar zapatos, un oficio artesanal de varios siglos de antigüedad, en la actualidad es un proceso de fabricación bastante cotizado. En el origen de los tiempos, se cubrían los pies con pieles de animales, pero cada vez fue teniendo más peso la importancia del calzado ya que eran una herramienta básica para ellos, ya que soportaban todo el peso de su cuerpo y debían esforzarse en que fueran cómodos y fuertes y poco a poco este oficio va creándose en pequeños talleres hasta que más tarde aparece la Revolución Industrial. Cuando comienza a consolidarse la industria del calzado no podían ni imaginar los grandes avances tecnológicos con los que hoy contamos en este sector, y que han conseguido revolucionarlo en dos sentidos muy distintos, el primero en la mejora de la calidad del calzado ya que la precisión del corte y la firmeza de los materiales así lo han permitido. El segundo, sin embargo, ha sido el responsable del cierre de la gran parte del cierre de los talleres zapateros, haciendo calzado de usar y tirar.

El mundo va cambiando y nosotros con él, la industria del calzado ha sufrido un duro golpe, al menos en España, con el denominado low cost proveniente de oriente. Lo que antes era rentable ahora ya no lo es, en la zona del levante español muchas empresas relacionadas con el calzado se han visto obligadas a cerrar sus puertas ante la imposibilidad de hacer sus productos competitivos.

Pero la tecnología como ya hemos mencionado anteriormente, puede ser la aliada de ese artesano, al igual que cualquier horma u otra herramienta de su taller lo es. Una forma de trabajar ancestral da un paso evolutivo en el diseño y elaboración del calzado.

Diseño, fabricación, distribución, comercialización y venta.  Todos estos procesos se han acelerado, pero no son solo los procesos tecnológicos los que van a marcar la diferencia. Los productos low-cost, no pueden competir con la calidad de un buen zapato, porque los materiales que se utilizan en su realización no son los mismos, y tampoco lo son los estrictos controles de calidad que deben superar para salir al mercado.

Encontramos empresas que llevan ya 40 años en este proyecto, pioneras en el diseño de productos relacionados con el calzado. Gran parte del proceso es desarrollado por una computadora a través de un método tecnológico llamado CAD-CAM, donde el diseño es principalmente llevado a cabo en el ordenador, siguiendo patrones preestablecidos como si es hombre o mujer, tipo de suela, tipo de material a utilizar y así todo el proceso hasta llegar al diseño del calzado elegido. Pero no podemos reducir el trabajo de diseño a unos pasos preestablecidos, el diseño requiere de una abstracción, es un proceso creativo, como podría serlo un cuadro, y para ello se necesitan profesionales que dirijan la labor de esas máquinas correctamente, para que los diseños no sean calcados, sino piezas únicas.

El avance tecnológico nos ha facilitado el desarrollo en todos los campos y por supuesto también en el del calzado. El uso de la biomecánica es importante para el diseño del calzado, donde se ha podido incorporar aspectos muy diversos en la creación de zapatos como la ergonomía adaptada al tipo de suela, incorporando también aspectos saludables al producto final. A todo lo comentado le añadimos modelajes de patrones, diseños tridimensionales o impresiones 3D consiguiendo así cualquier usuario pueda crear sus propios zapatos. Por ello, debemos pensar que toda esta tecnología, bien aplicada, podrá algún día conseguir que nuestros pies sufran menos, a pesar de que los diseños sean verdaderamente obras de arte, que consigan ofrecer el toque final a nuestro look sin que debamos sufrir por ello.

Nunca antes habíamos podido observar tal diversidad de tipos de calzado como vemos en la actualidad; slippers, bluchers, stiletto, cowboy, running, bailarinas, merceditas, náuticos, tacón, cuña, badanas, pumps, scarpin, loafers, botas australianas, sneakers, etc un sin fin de modelos y gustos para todos los públicos, indudablemente el mundo del calzado está de moda. Pero debemos poner un poco de sentido común a la actitud consumista, de productos low-cost, por varios motivos.

• La primera es la durabilidad, que este tipo de calzado pude que se despegue mientras vamos caminando, incluso si los has comprado esa misma temporada, o simplemente parecen desgastados en el tercer uso.

• La segunda es su aspecto, ya que se puede ver fácilmente que los materiales que se han utilizado para realizarlos no son de calidad, y por lo tanto sus brillos y matices dejan entrever la poca inversión en zapatos

• El tercer motivo es el más importante, ya que se trata de nuestra salud, utilizar un calzado realizado con materiales de baja calidad, hará que nuestro pie no transpire, provocando problemas como los hongos y el mal olor. Estos materiales no se adaptan a nuestro pie, más bien pretenden que nuestro pie se adapte a ellos y en ocasiones lo consiguen, ya que tras un uso continuado pueden apreciarse deformaciones.

Una inversión en un calzado de calidad nos ofrece salud y tranquilidad, tanto para nuestros pies como para nuestro look, ya que gracias a los nuevos avances los zapatos artesanales cumplen todos los cánones de la moda, sin perder su esencia elegancia y saber hacer.

Un ejemplo de empresas que han sabido adaptarse a los tiempos es José de Mora, una empresa de Valverde del Camino, que nos pone sobre la mesa diseños de ultima generación gracias a sus profesionales, pero siempre teniendo en cuenta que la mano del maestro zapatero será la última que revise el modelo antes de salir a la venta. En otras palabras, une la tecnología y la artesanía, para conseguir un zapato simplemente perfecto.