Como fomentar un buen uso del a tecnología en nuestros niños
A muchos padres se les hace un problema manejar la tecnología con sus hijos. Sienten que si les quitan el teléfono o la tablet pueden estar siendo muy duros con ellos, pero a la vez presienten que no es bueno que pasen todo el día en eso, y no saben cómo actuar. Por otra parte, muchos adultos también pasan gran parte del día conectados a sus celulares, haciendo más difícil aún ponerle límites a los niños. Por último, la tecnología también nos trae grandes beneficios: permite que nuestros niños aprendan cosas nuevas, y que se nos den un descanso al mantenerse quietos y concentrados en una sola actividad. Analicemos entonces los pro y los contra, y cómo poder darle un bueno uso a estas herramientas. La tecnología permite acceder a mucha información de manera fácil, y permite una mayor comunicación con los demás si se le da un buen uso. Hay padres que trabajan a distancia y que pueden hablar y verse todos los días con sus hijos, gracias a esto. También hay muchas aplicaciones con juegos didácticos para aprender, y para todas las edades. En este sentido puede ser muy útil como una forma de aprendizaje y una manera de mantener contacto con otras personas. Sin embargo, a pesar de que la tecnología pueda aportar contenidos educativos, esto no significa que su aporte sea mayor al que un niño obtiene leyendo un libro o explorando la naturaleza, por lo tanto no se trata de reemplazar los tiempos de exploración que necesia un niño, con aprendizaje a través de la tecnología. Debe usarse de forma limitada, como un aporte más. Desde los 3 años aproximadamente los niños ya pueden beneficiarse de alguna manera con la tecnología, pero sólo a través de un uso muy limitado de aplicaciones y videos educacionales. Se recomienda, desde este primer acercamiento, siempre supervisar el uso de estas herramientas. En ese sentido, lo ideal es no regalarle un Smartphone a un niño antes de los 12-13 años (dependiendo de la madurez del niño), ya que le dará acceso libre a contenidos y estímulos que aún no será capas de manejar adecuadamante. A un niño de 4-5 años lo ideal es permitirle máximo media hora sentado frente a una pantalla. A los 6-7 años puede ser una hora, y en la adolescencia, dos horas (sin contar el uso del computador para tareas). Estos tiempos se pueden ir flexibilizando en la medida que se vaya observando la madurez del niño para manejar la tecnología. Es fundamental que los tiempos estén controlados y los contenidos sean limitados por los padres. Los padres tienen el control de la tecnología a la que acceden sus hijos. Es muy importante que pongan límites claros en cuanto al tiempo de uso y al tipo de uso que se le dará a las distintas herramientas. Por ejemplo, es bueno que el computador esté siempre en un lugar visible, para que los niños sepan que hay un control sobre los contenidos que buscan. También es bueno usar control parental en el computador, filtrando páginas web inadecuadas, y revisando cada cierto tiempo que hacen los niños. Es importante que los padres estén al tanto de cómo se usan estas tecnologías, y que por ejemplo, si permiten que sus hijos tengan Facebook, ellos se hagan un perfil y tengan a sus hijos de amigos para poder ver el uso que le dan. Y ojalá retrasar lo más posible el uso de redes sociales, y sólo permitirlo bajo supervisión de los padres (es decir, con alguien cerca). Hay que tener mucho cuidado con el tiempo que se le permite a los niños usar la tecnología porque fácilmente pueden optar por la comodidad de la tecnología y evadir otras dificultades que es importante que vivan (por ejemplo, socializar, desarrollar habilidades físicas, hacer tareas, etc.). Ojalá no permitir que niños muy pequeños usen herramientas tecnológicas por un tiempo prolongado, ya que esto impide que desarrollen otras habilidades básicas, y se produce un retraso con respecto a sus pares. Los niños preescolares aprenden más explorando el mundo real y utilizando sus sentidos que frente a una pantalla, y esto es fundamental en su proceso de desarrollo. También es importante que deban esperar cuando quieran un artículo tecnológico nuevo, o que no siempre obtengan el que quieren. En general la tecnología es costosa, y se ven muchos niños con aparatos carísimos, que no son capaces de valorar de forma adecuada. Es bueno enseñarles desde pequeños que es difícil acceder a esto, y que si lo tienen es una suerte y deben cuidarlo. Ojalá no tener televisión en la pieza, y al igual que el computador, que la televisión siempre esté en un espacio común, donde se pueda estar observando abiertamente su contenido. Es importante que los padres también sean buenos modelos del uso de la tecnología. Si el niño ve que su padre está siempre en el computador, es difícil que él no quiera hacer lo mismo. O si ve que en la mesa no está concentrado en la conversación, con curiosidad real por compartir con él, si no que está mirando su teléfono a cada rato, el niño lo va a percibir, va a sentir el desinterés del padre, y además va a aprender a conectarse de esa forma con los demás. Por otra parte, si cada vez que los padres esperen el niño esté tranquilo, le entregan un celular, le están impidiendo la posibilidad de desarrollar la creatividad y el uso de los propios recursos para entretenerse, calmarse y adaptarse. Es como una forma de "dormir" al niño donde impedimos que adquiera habilidades tan importantes como la creatividad y la tolerancia a la frustración.
Psicóloga clínica especializada en psicoterepia Gestalt, Mindfulness y Terapia de Juego para niños y adolescentes. Consulta en Viña del Mar, Chile. https://www.facebook.com/psicologainfantil
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