Calderas de condensación: Más ahorro y menos contaminación
Las calderas de condensación son las que las empresas instaladoras debemos instalar actualmente según normativa.
Pero, ¿qué es una caldera de condensación?, ¿cómo funciona?, ¿cuáles son las diferencias respecto a las calderas convencionales?
La principal característica de las calderas de condensación radica en su capacidad de recuperar el calor latente del vapor de agua producido en la combustión.
Efectivamente, en la reacción química de la combustión se produce vapor de agua, producto de la reacción entre el hidrógeno del combustible y el oxígeno del comburente, además de calor y otros muchos productos como:
- CO2 (dióxido de carbono),
- CO (monóxido de carbono),
- NOx (óxidos de nitrógeno), etc.
De todos los productos de la combustión, el vapor de agua es el que nos interesa, ya que se trata de agua con una temperatura superior a 100ºC y del que vamos a tratar de recuperar cuanta más energía, mejor.
En las antiguas calderas estancas y atmosféricas este vapor de agua se expulsaba a la calle a través del tubo de evacuación de los productos de la combustión.
En las modernas calderas de condensación se recupera parte de ese calor, introduciéndolo en el agua de retorno del circuito de calefacción.
Simplemente se trata de transmitir energía en forma de calor del vapor de manera que el agua de retorno se calienta y el vapor, lógicamente, se enfría.
La energía se mide en calorías o kilocalorías.
En este punto indicamos que existen dos tipos de calor:
1) Calor sensible: Es la energía que hace subir la temperatura del agua, y es medible mediante un termómetro. 1 caloría es la energía necesaria para subir la temperatura en 1ºC a 1 gramo de agua
2) Calor latente del vapor de agua: Es la energía que hay que transmitir al agua para hacerla cambiar de estado.
El calor latente del vapor de agua es 540 cal/g. Es decir, si obtenemos 1 gramo de agua proveniente de condensar vapor de agua es porque le hemos quitado 540 calorías.
Es una cantidad de energía bastante considerable.
Basándonos en lo anterior, por lo tanto, lo que nos interesa es que nuestra caldera de condensación condense, ya que en cada gramo de agua que salga por el desagüe habremos recuperado 540 calorías, y el cada litro de agua condensado habremos recuperado 540 kcal (kilocalorías).
¿Cómo conseguimos que una caldera de condensación condense?
Lo importante es la temperatura a la que hacemos retornar el agua del circuito de calefacción. Esta temperatura, trabajando con gas natural, debe estar por debajo de 55ºC aproximadamente. En el caso de que la temperatura de retorno esté por debajo de esos 55ºC, estará lo suficientemente "fría" como para quitarle suficiente calor al vapor de agua para que se produzca el cambio de estado y el vapor se convierta en agua líquida.
Por supuesto, cuanto más fría esté el agua de retorno, mayor será el intercambio térmico y por ende más condensación, más rendimiento y más ahorro en la factura del gas obtendremos.
Finalmente indicar que las calderas de condensación, además de ser más eficientes que las calderas tradicionales, son menos contaminantes, ya que con ellas se reduce la emisión de NOx (óxidos de nitrógeno) causantes de la conocida como lluvia ácida.

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