Una nueva solución de movilidad

Una de las personas más influyentes en la revolución tecnológica del siglo XXI, Steve Jobs, dijo una vez que los scooters eléctricos tendrían un impacto mucho más positivo que las computadoras en un futuro, y lo cierto es que no se equivocaba. Otro exponenete, Jeff Bezos, propietario de Amazon, conocedor del posible impacto positivo de estos aparatos, decidió invertir en el primer scooter Segway original que fue lanzado en 2001.

Todos sabemos que, hoy en día, intentar abordar las preocupaciones sobre la seguridad y la mejora de los grandes volúmenes de tráfico y contaminación, son uno de los principales quebraderos de cabeza de las economías desarrolladas. Y parece que la solución más razonable, pasa por la utilización de otra forma de energía sostenible y la asignación más cuidadosa del espacio de las calles.

Gracias a la innovación tecnológica y a su rápida adopción a los métodos de transporte tradicionales, la conducción de vehículos eléctricos se ha convertido en el futuro más próximo al que todos queremos llegar. Hace unos años, los patinetes eléctricos no parecían ser una solución muy confiable a este problema. Sin embargo, los fabricantes de estos aparatos han mejorado significativamente los diseños y seguridades, volviéndose mucho más populares en los últimos años.

Una de estas razones por las que se habla hoy en día tanto de ellos, es porque ya se conocen los beneficios ambientales que pueden producir. En algunas ciudades de EEUU, por ejemplo, diversos estudios están certificando cambios muy significativos en las emisiones de carbono, gracias al descenso considerable de los métodos tradicionales de transporte. Con una emisión de carbono muchísimo más baja que la de los coches, los scooters eléctricos son actualmente valorados como una excelente opción para afrontar los problemas a la contaminación y emisión de gases contaminantes.

Por este motivo, algunas empresas ya se han movilizado con el fin de ofrecer un servicio de alquiler de estos aparatos. Parece una excelente opción para desplazarse, sin duda. Aunque no hay que olvidar que muchas de estas ciudades no cuentan con una regulación especifica para la circulación de este tipo de dispositivos. No cuentan en las calles con un carril específico por donde puedan circular y muchos de estos patinetes circulan por las aceras, siendo un peligro para la seguridad de los peatones. Debemos por tanto darnos prisa y priorizar este tipo de cuestiones, ya que representan un problema de una índole muy importante para salvaguardar nuestro planeta. Esperemos que nuestras instituciones se muevan rápido y podamos frenar el desastre antes de que sea demasiado tarde.