Cómo proteger una imprenta de la digitalización

Las imprentas son uno de los negocios que más cambios sustanciales han experimentado tras la llegada de internet y la era de la digitalización. Algunos de nosotros todavía recordamos un pasado no muy lejano en el que las personas hacían cola en los estancos para comprar el periódico del día o su revista favorita.

Ni lo uno ni lo otro han desaparecido, pero claramente, y desde el punto de vista del ahorro de costes y los planes de inversión futuros, ya no son el negocio más rentable del mundo. Porque la gente actualmente recurre a los diarios digitales, gratuitos, fáciles de consultar en cualquier momento y lugar gracias a los dispositivos móviles, y actualizados cada hora.

¿Qué puede hacer una imprenta para no desmoronarse ante este evidente cambio de paradigma que ya no tiene opciones de retroceso? La quiebra es la posibilidad menos deseable pero se puede evitar. Al fin y al cabo, una imprenta puede invertir en otro tipo de productos que a día de hoy siguen siendo bastante demandados. Por ejemplo, la cartelería, sobre todo la de las nuevas tiendas y oficinas.

Aunque hoy en día el mundo empresarial también tenga presencia digital, sigue siendo necesaria la construcción de una marca con un logotipo, y ese logotipo ha de aparecer a la entrada del local, en folletos y tarjetas, y en otro tipo de formatos publicitarios.

La transición de un modelo de negocio a otro siempre conlleva un riesgo y es imposible hacerla de la noche a la mañana. Es importante que la imprenta, por un lado, haga un estudio sólido de los beneficios potenciales del nuevo rumbo de la empresa; y por otro, que durante el cambio se ayude de todas las ayudas económicas posibles para cubrir posibles pérdidas, como la solicitud de financiación o el uso del fondo de ahorros empresarial, que debería ser siempre conservado para ser utilizado durante cualquier tipo de contingencia.

Dicho de otro modo, cambiar la estructura del negocio es como emprender una segunda vez, con la salvedad de que esta vez tenemos una base sobre la que apoyarnos.