Historia de Citroën
Corría el año 1919 y la Primera Guerra Mundial había acabdo. El ingeniero francés André Citroën viajó a los Estados Unidos para estudiar la producción de coches en serie de Henry Ford. A su regreso a París fundó su propia empresa dedicada a la fabricación de coches baratos para el público en general copiando el sistema de producción de Ford. El primer modelo de Citroën fue el "Tipo A" , considerado el primer coche europeo fabricado en serie.
La historia de Citroën está marcada por la innovación. En 1924, con la colaboración del ingeniero americano Edward Gowan Budd se introduce en Europa la técnica para fabricar carrocerías totalmente de acero, que sustituyó al antiguo método de forrar de chapa las carrocerías de madera. Esta innovación suposo un gran avance en confort y seguridad, aspectos con los que Citroën promocionaba sus coches.
Los años 20 fueron una etapa de expansión para Citroën: se abrieron filiales en España, Italia, Inglaterra y Dinamarca. Al mismo tiempo llegaron los tiempos difíciles debido a la crisis económica mundial.
Citroën utilizaba como estrategia de ventas los bajos precios de sus coches pero esto le llevó a tener muchas pérdidas financieras. La empresa se vio en apuros por los enormes costes de desarrollo del nuevo modelo Traction Avanta. La adicción al juego del fundador hizo el resto, de forma que en 1934 la empresa se declaró en quiebra. Al poco, los hermanos Michelin se hicieron cargo de ella. André Citroen amurió un año más tarde a la edad 57 años.
Llegaron los tiempos difíciles de la Segunda Guerra Mundial y Citroën llegó a detener la producción de su fábrica en 1943.
Después de la Guerra, Citroën presentó el "Dos Caballos" en el Salón del Automóvil de París. Rápidamente se convirtió en un coche de gran éxito debido a su bajo precio que se adaptaba a las penurias económicas que sufrían los franceses después de la Guerra. A los interesados no les quedaba más remedio que asumir las largas listas de espera para obtener este automóvil. Convertido en un coche de culto el 2CV se dejó de fabricar en 1990.
En 1955, Citroën asienta un poco más su dominación tecnológica con la salida al mercado de un nuevo modelo, el DS, que popularmente fue conocido como "tiburón". El DS disponía de dirección asistida, frenos hidráulicos y de una caja de cambios semi-automática Citromatic; todo ello movido por la bomba de alta presión del coche. Esta suspensión que aportaba un mayor confort a los usuarios se siguió utilizando durante los 50 años siguientes con otros modelos de la marca y que utilizan otros automóviles de lujo como el Rolls-Royce Silver Shadow.
En 1967 Citroën compró Maserati, lo que les permite crear en 1970 el Citroën SM equipado con un motor V6. Este coche fue un fracaso financiero, demasiado avanzado para su tiempo (suspensión hidro-neumática, dirección Dirávi, asistencia variable con arreglo a la velocidad) su elevado coste de fabricación y los 12.300 vehículos vendidos en cinco años no bastaron para amortizarlo. Para empeorar más las cosas, el SM se lanzó poco antes de la crisis del petróleo de 1973, lo cual, junto a la falta de fiabilidad de algunas unidades llevó a tener que dejar de fabricarlo. El SM es hoy un codiciado coche de colección.
Las grandes pérdidas causadas por la fracasada operación con Maserati motivaron que en 1976 Peugeot tomara el control de Citroën formando una nueva compañía llamada PSA Peugeot. A pesar de este cambio, Citroen mantiene su aspecto angular característico, representado especialmente por el modelo Citroen XM, fabricado entre 1989 y 2000.
A partir del año 2000 Citroen vuelve a ganar puntos en lo que respecta a la innovación y el diseño: modelos como el C3 o Pluriel conquistan espacios publicitarios, así como las carreteras de Europa, siendo especialmente populares entre los jóvenes. Asimismo, la marca obtiene numerosos premios como automóvil más seguro por las características técnicas de su carrocería.
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