La robótica colaborativa y el Lean Manufacturing. Potencialidades e inconvenientes.

Los cobots normalmente realizan procesos sencillos a una velocidad similar a la de un trabajador humano. Un cóbot puede trabajar sin descanso, por lo que es muy probable que la productividad de la empresa mejore.

Ofrecen unos resultados estables y fiables que permiten trasladar a trabajadores que desempeñan tareas de baja cualificación a responsabilidades de mayor importancia.

I dóneos para piezas de tamaño y forma similares, facilitando, de esta forma, la elección de una herramienta para el agarre, que también ha de ser colaborativa.  Las piezas han de estar en una bandeja o una tolva para que el robot aprenda la primera posición, la posición final y el número de piezas que hay en cada fila y columna. Algunos cobots cuentan con funciones preprogramadas.

Es importante realizar una evaluación de riesgos para definir la interacción humano-cobot. Los problemas de seguridad están relacionados con el desplazamiento de piezas afiladas, sopletes de soldadura...

Una de las principales virtudes de los robots colaborativos estriba en su gran flexibilidad gracias, en gran parte, a la facilidad de programación y rápida puesta en marcha.

En entornos Lean manufacturing la flexibilidad también es un objetivo destacado. Esto implica que esta metodología se relacionará de forma sinérgica con la nueva tecnología de los Cobots. Sin embargo los robots colaborativos no están siendo usados de manera masiva en los entornos Lean Manufacturing, principalmente por el alto coste de dichos robots.

Es indudable del valor de la robótica colaborativa respecto a las metodologías Kaizen, SMED y otras, pertenecientes todas al ámbito del Lean Manufacturing. Sin embargo, no supondrán un aportación importante hasta que la gama más básica, pueda competir con los actuales automatismos neumáticos que pueblan nuestras fabricas y talleres.