Tratamiento de la bursitis
Cuando sufrimos una bursitis se produce una inflamación de las bursas, que son unas capas protectoras que están en las articulaciones, protegiendo las uniones y puntos de roce entre músculos, tendones y huesos.
Normalmente la bursitis puede aparecer en cualquier articulación que esté sometida a gran trabajo repetitivo.
La mayoría de bursitis las encontramos en cadera y codo, pero también nos puede aparecer en hombro, rodilla, pelvis, dedos y talón.
Tipos de bursitisComo en la mayoría de patologías podemos encontrar bursitis agudas o crónicas.
En la bursitis aguda encontraremos la articulación caliente, con un color rojizo característico y es muy dolorosa. Suele estar causada por una infección o patología reumatológica.
En el caso de la bursitis crónica, cuando se manifiestan los síntomas, se producirá inflamación, dolor y una limitación en la movilidad articular.
Síntomas de la bursitisLos síntomas de la bursitis pueden aparecer de forma repentina o ir apareciendo de forma progresiva, limitando el movimiento y aumentando el dolor al tacto con el paso del tiempo.
Por norma general los síntomas más habituales en cualquier bursitis son:
- Dolor articular.
- Limitación del movimiento.
- Hinchazón.
- Calentamiento de la articulación.
- Enrojecimiento de la zona.
- Dolor al movimiento.
- Dolor al tacto.
Aún se desconocen a ciencia cierta las causas que provocan la bursitis, las que se consideran posibles causas son:
- Movimientos repetitivos de la articulación.
- Sobreesfuerzos.
- Traumatismos previos.
- Infección.
- Her idas.
- Gota.
- Artritis reumatoide.
Lo primero que debemos hacer ante un paciente con bursitis, como ante cualquier otro paciente, es analizar las causas y los síntomas que presenta.
En primer lugar analizaremos la causa, si es por sobreuso, infección, traumatismo o causa reumática. En cada caso procederemos de forma distinta.
El tratamiento común en todos los casos, será tratar el dolor y la limitación articular.
Para tratar el dolor lo podemos hacer con terapia manual, crioterapia o electroterapia.
Para la limitación articular primero debemos valorar si es o no conveniente mover la zona, ya que en casos de traumatismos o infecciones puede ser perjudicial y será más prudente evitar mover la zona hasta que remita el procesos agudo.
En estos casos deberíamos derivar al paciente a su médico de referencia para que paute el tratamiento analgésico y antiinflamatorio adecuado.
Si la causa es por sobreuso o sobrecarga muscular, se pautarán una serie de ejercicios compensatorios y estiramientos de la musculatura afectada, deben pautarse de forma totalmente individualizada para centrarnos en los síntomas de cada paciente.
Las bursitis causadas por sobrecarga o exceso de uso se pueden prevenir analizando estos movimientos repetitivos y evitando o reduciendo su uso, o bien, manteniendo una pauta de ejercicios, estiramientos y terapia manual para compensarlos.
David Papasseit Abdon Fisioterapeuta a domicilio Fisio a domicilio
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