Los gatos callejeros
Los gatos que viven totalmente adentro son muy diferentes a los gatos callejeros, ya sea de vida semilibre o callejera del todo. La práctica "natural" e instintiva del gato doméstico a salir a dar “paseos”, puede acarrear una serie de riesgos y peligros grandes para este felino, para otros gatos de la zona que no son gatos callejeros e incluso atentando contra la salud de las personas.
Poco a poco, los gatitos comienzan sus “travesías” para ir delimitando un territorio, cuando crezca y tenga mas confianza con su entorno, tendrá un territorio propio para encuentros sexuales, búsqueda de presas y tal vez una pelea con gatos callejeros o incluso otros gatos domésticos del vecindario. Lo más seguro es que en sus paseos encuentre perros, personas, y automóviles que ponen en riesgo su salud. Los gatos que siempre han vivido dentro de nuestras casas, tienen un tiempo de vida que puede duplicar el de los gatos callejeros (llegando a veces a los 20 años).
Estos “paseitos” por las calles, sobretodo los nocturnos, comienzan desde los 6 meses de vida, porque es cuando empieza la pubertad del gato (esto es igual para gatos callejeros y domésticos), pero no les debe culpar por esto, ya que ese ha sido su estilo de vida y ha sido transmitido genéticamente desde hace miles de años. Es por eso que, aunque no sean gatos callejeros y tenga el alimento disponible en casa, no pueden evitar tener una conducta predatoria.
Como todos sabemos, aquellos gatos callejeros se exponen a gran cantidad de peligros, infecciones, enfermedades y ataques. Muchos pensaran que todo esto es una necesidad, como una “prueba” de la naturaleza para la supervivencia del mas fuerte. Podría ser así, pero el gato de la ciudad no es un gato del todo libre, porque ha establecido cierta relación con el hombre, se crean vínculos tan fuertes que a veces los gatos domésticos llegan a ser parte de la familia. Para los gatos callejeros, el mundo es mas “cruel” de cierta manera, porque aquel no es su medio natural, donde pueden sobrevivir con sus habilidades, al contrario, está lleno de peligros a los cuales el felino no esta acostumbrado y para los que no ha “evolucionado”, como los autos, los cables, las armas, los electrodomésticos...
Otro inconveniente de los gatos callejeros, refiriéndose a los gatos que tienen dueño, pero que les gusta mucho salir, es que su dueño tienen poco contacto con ellos y a veces es difícil saber cuando se ha enfermado... y lo peor llega cuando aquellas enfermedades requieren atención constante y vigilancia, pero por sus repetidas salidas es casi imposible. Los gatos callejeros sufren muy a menudo de enfermedades oculares, se lastiman las patas y pueden infectarse las heridas expuestas.
Lo mejor es que los gatos “mascota” se mantengan mas en la casa que en la calle. Si bien es imposible hacer que un gato no salga a la calle (por lo que hablamos anteriormente sobre su genética), es responsabilidad del humano controlarlo y evitar que viva como los gatos callejeros, también de llevarlo a controles veterinarios, darle todas las vacunas y sobretodo, si es una hembra, estar pendiente en las épocas de celo y si es posible esterilizarla para que los gatos callejeros no la preñen.
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