La naturaleza cambiante de la humanidad
La naturaleza cambiante de la humanidad
La mayoría de nosotros está empezando a notar que hay algo diferente en el mundo: éste se está “encogiendo”, transformándose en una pequeña aldea ante nuestros propios ojos. Pero lo que la mayoría de nosotros no ve tan fácilmente es que también han cambiado las reglas de nuestras interacciones.
Nadie sabe lo que va a ocurrir con la economía dentro de un segundo. Los expertos crean los modelos más complejos para tratar de predecir el futuro sobre la base de la experiencia pasada, pero aún las estadísticas más precisas son sólo el "glaseado del pastel", que nos distrae de la incertidumbre que pesa sobre nosotros. Cada vez más, los principales analistas económicos concluyen sus artículos con una pista: mientras los mercados globales sean inciertos, no apueste al futuro.
¿Cuál es el problema realmente? ¿No podemos predecir lo que va a ocurrir con los sistemas que hemos creado? Los expertos dicen: "El problema es una combinación de demasiados factores".
Sin embargo, hay una explicación más clara: el sistema no puede continuar funcionando como un escuadrón de tiroteo circular. Hoy en día, en la era de la turbo-globalización, no se puede estornudar sin que todo el sistema tosa inmediatamente después.
Cuando la revista Fortune le preguntó a Alan Greenspan, quien fuera presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos durante cerca de veinte años: "¿Qué está ocurriendo en los mercados de capitales?" Su respuesta fue: "Esencialmente es parte de la naturaleza humana innata". Luego explicó: "Hemos hecho esto una y otra vez. La naturaleza humana es tal que… tenemos el tipo de mercados que hemos estado observando...." (Por cierto, esto lo dijo allá por septiembre 2007.)
Sin embargo, ahora el problema se ha hecho aún mayor debido a que nuestra situación cambió dramáticamente: por primera vez en la historia, todos nosotros hemos llegado a ser un sistema integral, una todo. Esta es la razón por la cual ninguno de los viejos métodos, tales como la regulación, nos está ayudando. No tenemos opción, salvo llevar a nuestro mundo a la equivalencia con la nueva realidad. En lugar de repetir los viejos errores, utilicemos como ejemplos modelos exitosos que han sido probados en el tiempo. Si buscamos, hallaremos muchos ejemplos estupendos de integración y verdadera reciprocidad en la Naturaleza.
La sabiduría de la Naturaleza
Tomemos el cuerpo humano. Es completamente dependiente del comportamiento altruista de sus células. Cada célula trabaja para beneficiar al conjunto del organismo, guardando sólo aquello que necesita para continuar realizando su función.
De hecho, estamos hablando de una ley de la Naturaleza, porque todo sistema natural depende de la interacción correcta de sus partes. Tan pronto una célula empieza a dañar al organismo en lugar de beneficiarlo, el resto de las células se unen para ayudar al organismo y equilibrar nuevamente el sistema.
Nuestras relaciones en la esfera social y de negocios deben operar de acuerdo con las mismas leyes de la Naturaleza. El problema es que ahora no lo están haciendo, de allí nuestra crisis actual.
Tan pronto la humanidad deje de ser un conjunto de individuos separados y se convierta en un sistema único, comenzará a ser gobernado por las leyes correspondientes: las leyes de los sistemas únicos e integrales. Ya no somos "perdonados" por aquellas cosas de las que antes podíamos escapar. Continuar viviendo de la antigua manera es como saltar del techo de un rascacielos y esperar lo mejor. Han cambiado las reglas del juego: ahora, en vez de utilizar uno al otro como individuos separados, tenemos que cuidar a todos como elementos de un sistema interconectado. Y hasta que no lo hagamos, las crisis continuarán.
Hay un método eficaz que puede hacernos más fácil el proceso de cambio: la opinión pública. Todo será mucho más sencillo cuando los canales de comunicación, la prensa, los medios masivos de comunicación e Internet le expliquen a la gente que todos somos partes de un sistema único. En un acuerdo así, la pérdida de un individuo es la pérdida de todos, y el beneficio de un individuo es el beneficio de todos.
La forma en que miles de millones de dólares están siendo vertidos en la economía hoy es como bombear con analgésicos a una persona gravemente enferma. En cambio, tenemos que cambiar de raíz nuestro enfoque, reemplazando el "Yo" que actualmente se encuentra en el centro de nuestra cosmovisión, por "la sociedad". Sin embargo, esta sociedad no será una masa de elementos separados, sino una familia.
Un mundo perfecto
Sólo imagine que todos a su alrededor son familiares cercanos, y usted desea sinceramente que todos ellos sean felices. Les ayuda, y ellos sienten y se comportan de la misma manera hacia usted. Además, recibimos de nuestras instituciones financieras toda la ayuda necesaria para mantener ese estilo de vida.
Esta es la forma de conseguir el equilibrio con la Naturaleza. Las leyes que funcionan en una familia amorosa son las mismas que ahora estamos quebrantando, las de un sistema único, integral y perfecto. Tan pronto conozcamos estas leyes y empecemos a seguirlas, dejaremos de seguir enfrentándonos contra la Naturaleza, y ésta, a cambio, nos recompensará con sistemas sociales y económicos prósperos.
El Rav Dr. Michael Laitman es máster en ciber¬nética, doctor en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kabbalah.info y www.kab.tv/spa
http://laitman.es/
Suena maravilloso hacer realidad un mundo perfecto
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