Cómo evitar que te cambien, por uno falso, el diamante de tu anillo de compromiso
¡“Anillo de compromiso maravilloso el que me han regalado”! Esta frase, o alguna muy similar, es la que mantiene en su mente y extiende por su boca, la ilusionada mujer que ha sido obsequiada, por su amado, con unos de los símbolos más extendidos en el mundo civilizado, para manifestar uno de los también más intensos sentimientos que podemos experimentar los humanos.
Es natural que un anillo de compromiso se cuide como un tesoro, no solo por su valor material, sino por lo que representa para la pareja. Precisamente por ese celo, algunas mujeres tienen reservas a la hora de realizar el mantenimiento que un anillo con diamantes requiere para manifestar siempre el mismo aspecto de lucimiento que el primer día.
¿De qué reservas hablamos? Simplemente de un cierto grado de desconfianza, cuando, algunas mujeres ponen sus anillos de compromiso en manos de un profesional para su limpieza y revisión periódica. Más de una nos envía un mensaje exponiendo su temor a que alguien pueda cambiarle la piedra.
Por otra parte, la revisión técnica es necesaria cada 2 años. En ella se limpia en profundidad el diamante, se revisa y eventualmente se aprietan las garras de sujeción, se abrillanta la montura si es de oro amarillo y si es de oro blanco se le aplica una capa de rodio con lo que los anillos de compromiso quedan como nuevos.
Antes de introducirnos en el nudo del artículo debo dejar claro que en la actividad profesional de la joyería podemos encontrarnos, como en todos los grupos humanos y profesionales, a gentes sin escrúpulos, sin embargo, la inmensa mayoría de los joyeros basan su buen hacer precisamente en su honestidad intachable.
Pero siempre puede caber, es cierto, un error humano. Aunque las probabilidades sean mínimas.
Pues bien, veamos cómo desterrar ese temor. De nuevo el hecho de que nuestro diamante esté certificado es el que nos da la tranquilidad. Desde hace un corto tiempo, los laboratorios de primera línea graban a laser en el filetín (la cinturilla del diamante) el número del certificado en el que se da el diagnóstico de las características de la piedra.
Obviamente no hace falta ser persona experta en diamantes para verificar el número, único y exclusivo de nuestra piedra.
Por tanto, para nuestra propia tranquilidad y superar la posible inquietud, cuando entreguemos al joyero nuestro anillo de compromiso para su revisión, podemos pedirle que en el recibo de resguardo escriba el número que se lee en el filetín (es indispensable el uso de la lupa para verlo). (Verá información detallada sobre la grabación en el libro que puede tener gratis, en el cajetín con la firma del autor de es te artículo, tienen el enlace para bajarlo)
Ningún joyero se sentirá incómodo por esto, antes bien le satisface, porque de ese modo, también desecha la posibilidad de una reclamación sin fundamento.
Y ahora… a seguir disfrutando, con el aspecto del primer día, con la tranquilidad de que el diamante está bien sujeto, gracias a la revisión, limpio y reluciente, con todo el caudal de recuerdos que trae consigo,de ese precioso anillo de compromiso.
Vicente Cocho Pertegás. Experto en diamantes. http://www.cochopertegas.com
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