Tenerife, una tierra para bebérsela
El cultivo de la vid en Canaria y especialmente en Tenerife nace tras la conquista a finales del Siglo XV, cuando los conquistadores traen variedades de viñas y comprueban la nobleza que adquirían los caldos canarios. A lo largo del Siglo XVI alcanzó gran importancia y a finales de dicho siglo prácticamente todo el Norte de Tenerife y parte de Gran Canaria está cubierto de vides.
En los Siglos XVI y XVII, el vino alcanza un gran apogeo y peso en la economía tinerfeña, debido al reconocimiento y prestigio, su producción se exportaba masivamente a través del puerto de Garachico, en el norte de la Isla, este comercio generó gran riqueza y desarrollo. Son muchas las familias que se dedican a su cultivo y posterior comercialización, destacando especialmente como vino emblemático el Malvasía canario que llegó a ser estimado el mejor vino del mundo de la época y era codiciado no sólo por las cortes europeas, sino también por los comerciantes de América y Europa, ya que la privilegiada situación del archipiélago era puente entre tres continentes y escala obligatoria de las rutas oceánicas.
Las vides introducidas son descendientes directas de las variedades cultivadas en toda Europa antes de la invasión filoxérica y por su ubicación, las islas recibieron intercambios vitícolas de todo el mundo, pero la filoxera no ha sido descrita aún en la región, con lo que se han mantenido un gran número de las variedades introducidas.
A finales del Siglo XVII, los vinos de madeira y oporto, beneficiados por distintas medidas políticas y sus mejores condiciones de acceso al mercado británico, comienzan a sustituir a los “canary” y progresivamente, la actividad vitivinícola se ralentiza. La desaparición del puerto de Garachico por una erupción volcánica, el 5 de mayo de 1706, dificultó aún más las exportaciones y el vino dejó de ser una industria pujante en Tenerife, pasando de ser un cultivo comercial de exportación a un cultivo de consumición interno. A pesar de ello, la pervivencia del viñedo se confirma por la superficie dedicada a su cultivo 14.554 ha, que lo hace el primer cultivo de la región con un 12 % de la superficie cultivada del archipiélago.
Es a finales del siglo XX cuando la viticultura de Tenerife recobra su empuje histórico. En 1985 nace la primera denominación de origen de la Isla, la de Tacoronte - Acentejo, y bajo su impulso el sector del vino entra en una nueva y significativa etapa de desarrollo. La calidad y la variedad son la nueva nota dominante y son hasta cinco las denominaciones de origen que controlan la producción de las más de 100 bodegas Tinerfeñas
Tenerife es la isla de mayor tamaño y relieve, conocida como la “La isla de la eterna primavera”, el suelo de toda la viña es de origen volcánico, rico en nutrientes, pero muy variable en cuanto a estados de evolución y composición. En general los terrenos son ligeros, muy permeables, pobres en cal, con pH ligeramente ácido y presenta características muy favorables para el desarrollo de las plantas. Así mismo, su clima subtropical, aunque varía localmente según la altitud y la vertiente norte o sur. Esta variabilidad climática da lugar a una gran diversidad biológica que, junto a la riqueza paisajística y geológica hacen que encontremos diferentes terruños y adaptabilidad de las viñas y se produzcan diferentes vinos en cada zona.
La isla presenta actualmente cinco denominaciones de origen: Abona, Valle de Güímar, Valle de La Orotava, Tacoronte-Acentejo e Ycoden-Daute-Isora.
D.O. Abona, del gran número de horas de sol anuales que disfruta la comarca de Abona resultan unos vinos singulares, mayoritariamente blancos. También se elaboran tintos y rosados. Cerca de 20 bodegas explotan 2.000 hectáreas. Una singularidad de la zona es que algunos de los viñedos están situados a más de 1.500 metros de altitud, lo que los convierte en los más altos de España. La de Abona es la más reciente de las cinco denominaciones de origen establecidas en Tenerife.
D.O. Valle de Güímar, las tierras de medianías y de las cumbres del valle de Güimar, al sur de la Isla, acogen cerca de 1.500 hectáreas dedicadas al cultivo de viñedos, sobre todo de la variedad Listán Blanco. Los suelos volcánicos y el predominio de los vientos alisios marcan el carácter del vino de esta zona. Además de blancos secos, semisecos y en barrica, los bodegueros de la zona elaboran rosados, tintos, malvasías dulces y, más recientemente, espumosos.
D.O. Valle de La Orotava, abarca hoy unas mil hectáreas de viñedos cultivados en una comarca que fue, en el pasado, la cuna del famoso malvasía canario. Hoy, las aproximadamente 50 bodegas de la zona producen blancos, tintos y rosados, preferentemente jóvenes. Para los más entendidos resulta curios el sistema de cultivo utilizado, con los parrales dispuestos a modo de cordones de más de ocho metros de longitud.
D.O: Tacorronte-Acentejo, fue la primera de las cinco constituidas en Tenerife. Sus vinos son mayoritariamente tintos, aunque también produce variedades de blancos, rosados y malvasías dulces, entre otros. La comarca de Tacoronte - Acentejo está situada al norte de la Isla, donde disfruta de un clima benigno, y cuenta con cerca de 2.500 hectáreas cultivadas y de 40 bodegas.
D.O. Ycoden-Daute, buena parte de las mil hectáreas de cultivo de la comarca están expuestas a los vientos alisios. Esta circunstancia y el clima de la zona hacen que la vendimia comience con antelación, en el mes de junio. Sus vinos son mayoritariamente blancos jóvenes, aunque también se elaboran tintos, rosados, crianzas y vinos dulces.
Respecto a las variedades de uva existen más de 20 variedades, censadas y autóctonas de la isla como son la Listán Blanco, Listán Negro, Malvasía, Gual, Marmajuelo, Vijariego, Baboso Negro, Negramoll, Moscatel, Tintilla, Verdello, Castellana, ...con sus diferencias según las zonas, destacar también que los cultivos de la viña tradicionales se utiliza un tipo de trenzado de las viñas en vaso dejando que la planta crezca en forma de 'parralito' y que se separan del suelo con unas varas con forma de horquilla, también hay plantaciones en vaso y espaldera.
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