Pruebas que demuestran que se necesitan audífonos

Por lo general, las personas que sospechan de padecer pérdida de audición no suelen ser conscientes de ello hasta que ven que las pruebas que lo demuestran son ya irrefutables e irremediables. Es decir, cuando empiezan a sentir que los síntomas que presentan son serios y que no se trata de un momento puntual en el que no oyen bien es cuando empiezan a tener conciencia de que tal vez necesiten audífonos.

Hoy hablaremos de esas pruebas que determinan que una persona necesita audífonos, para que desde que estas empiecen a sentir que tienen síntomas de sufrir pérdida auditiva no duden ni un minuto en acudir a un centro auditivo especializado donde se le informe de qué tipo de audífono le viene bien en función de su grado de sordera.

Entre los síntomas de la pérdida auditiva destacan:

1. El hecho de tener que subir el volumen de la televisión, de la radio y de otros dispositivos electrónicos cada vez más.

2. Preguntar en toda conversación lo que se ha dicho y solicitar que se le repita una y otra vez.

3. Dejar de percibir sonidos bajos que antes no costaba nada oír porque se escuchaban a la perfección.

4. Molestia cuando los sonidos son demasiado fuertes y retumba en los oídos.

5. Hablar en un tono de voz bastante elevado e incluso gritar en una conversación de lo más tranquila y normal.

Hay que mencionar que todos estos síntomas pueden no ser determinantes. Es decir, puede ser que haya momentos en los que una simple gripe o resfriado haga que nuestros oídos sufran consecuencias, es decir, que no oigamos como habitualmente cuando estamos enfermos, pero que una vez pasado el resfriado volvamos a escuchar bien.

Por tanto, son síntomas que pueden designar a la pérdida auditiva, pero no se pueden tener tampoco en cuenta como si fueran estos concluyentes. Para saber si realmente se padece pérdida auditiva, estos deben sentirse durante un largo periodo de tiempo que supere los dos meses. Además, una prueba de Audiometría es también recomendable.