Cómo controlar que los empleados cumplan con sus tareas y con los objetivos de la empresa

Aunque algunos los intenten con más esfuerzo que resultados lo cierto es que uno de los grandes sueños de todo empresario con empleados a su cargo es conocer al dedillo cómo trabaja cada uno de sus asalariados en busca de la mayor productividad de su proyecto empresarial.

Algo que resulta imposible conocer al 100% pero que siempre se ha tratado de controlar a través de una relación fluida con los trabajadores, cuando no con la presencia de cargos intermedios encargados de enviar reportes diarios sobre la labor de sus inferiores, además de con distintos sistemas de control de productividad o de bonificaciones por objetivos.

Sin embargo, y gracias al imparable desarrollo tecnológico, muchos de los ángulos ciegos con los que se encontraban todos estos sistemas más o menos rudimentarios de control han dejado de serlo de la mano de nuevos software que permiten controlar prácticamente al milímetro cada uno de los movimientos de los empleados.

En este sentido, programas como el que lleva perfeccionado algún tiempo Efectivus, capaces de reportar en cada momento qué están haciendo los trabajadores, si se realizan las tareas tal y como les han sido encomendadas ofreciendo imputs a tiempo real a través de sistemas de geolocalización, organización de horarios, tareas y objetivos están permitiendo que ese control sea como nunca antes se había visto.

Y es que, gracias a la digitalización del trabajo de los empleados, ya se puede comprobar al segundo si un trabajador está trabajando o no en la tarea asignada, si este lo está haciendo siguiendo los pasos y las pautas exigidas o no obteniendo al instante todos los datos reales que cada empleado está manejando y moviendo durante el desarrollo de sus labores.

Por si esto fuera poco, y sin abandonar el tema de la productividad, la mayoría de estos programas son mucho más que “unos ojos que todo lo ven” sobre los empleados ya que, además de lo comentado, cuentan con sistemas de formularios capaces de simplificar muchas de las tareas a las que obliga todo proyecto empresarial.

De la misma manera, estos nuevos y vanguardistas software cuentan también con sistemas de atención al cliente de última generación capaces de resolver incidencias en cuestión de minutos una vez se informa sobre el problema de marras a través del mismo programa sin necesidad de realizar llamadas ni de cruzar mails.

Si algo parece haber quedado claro de la mano de la llegada de este tipo de sistemas de control y gestión de los negocios es que, más allá de si se trata de una pequeña empresa con dos ayudantes o si estos los hacen servir grandes multinacionales que manejan grandes cantidades de datos de todo tipo, la forma en la que se controla la productividad de los trabajadores ya ha cambiado para siempre.

De la mano de un teléfono móvil inteligente o de una tablet, esté donde esté, ya puede comprobar cómo marcha la jornada laboral recibiendo al instante información sobre todo aquello en lo que están empleando su tiempo sus trabajadores. Lo que hace nada parecía un deseo imposible es ya toda una realidad.