El secreto para adelgazar (1a Parte)
Quiero abordar un tema sobre el cual me han llegado muchas preguntas y que al final podría resumir en una: ¿porqué cuando dejo de hacer una dieta, recupero más peso del que había perdido?
He atendido muchas personas que están buscando una dieta milagrosa o algún producto efectivo que realmente funcione para la pérdida de peso.
Ante tal preocupación me puse a profundizar sobre lo que pasa en el cuerpo de una persona, que año tras año, se lanza a la práctica de la última “ dieta de moda” o utiliza el “revolucionario” producto para perder peso que ha aparecido en el mercado.
La primera premisa que debe tener en cuenta una persona que quiere adelgazar es estar bien asesorada sobre lo que es una alimentación sana y equilibrada. Así mismo debe recibir la información necesaria de todos los productos que vaya a tomar. Deben ser productos que aporten los nutrientes necesarios para cada caso. Cada persona tiene un organismo con unas carencias y una capacidad de respuesta diferente.
En los estudios realizados se ha detectado que las personas que continuamente prueban diferentes tipos de dieta para bajar de peso, al final, no solamente vuelven a recuperar más peso del perdido, sino que acaban con carencias de minerales, vitaminas y aminoácidos, que son elementos fundamentales para tener una salud óptima.
Una de las gamas que podemos encontrar en el mercado está ideada para bloquear grasas en el intestino. Estos productos, como es lógico, no saben discriminar entre la grasas buenas y la malas. El resultado es que ambas son eliminadas, pero al mismo tiempo estamos privando al organismo de las grasa buenas, que favorecen la regeneración de las membranas celulares, entre otras acciones vitales.
Otra de las gamas de productos que encontramos, actúan como diuréticos. La pérdida de líquidos y de peso es muy importante en estos casos, llegando, a veces, a superar los 3 kilos en una sola semana. Pero el problema, es que el daño que ocasionan es más importante de lo que parece, porque se produce una pérdida de minerales que son imprescindibles para las funciones de nuestro organismo.
La cuestión que debemos tener presente es que no somos conscientes de que estamos castigando nuestro magnífico cuerpo, que a pesar de todo, sigue resistiendo y sufriendo lo indecible.
Además, las personas que siguen dietas restrictivas sólo se mantienen motivadas un promedio de entre 6 a 8 semanas, hasta que su fuerza de voluntad se agota o hasta que su organismo se resiente. Es entonces cuando empieza a requerir el alimento del cual ha sido privado y acto seguido se produce la recuperación del peso perdido, además de una cantidad extra , a la que llamamos “de seguridad” y que en la mayoría de los casos oscila entre el 20 y el 30% adicional.
Aunque pueda parecer una paradoja, enfoco el tema al revés. Existen mecanismos reguladores del peso. Pero estos no actúan de la forma adecuada, hasta que el cuerpo no ha detectado que ya no peligra la funcionalidad ni la supervivencia de éste.
Una regla fundamental para la pérdida de peso corporal es preservar la salud por encima de todo.
En el próximo artículo veremos qué herramientas podemos utilizar para mantener un buen estado físico y un estado de salud óptimo. Y cómo el propio organismo se encarga de regular el peso corporal, una vez ha satisfecho sus necesidades vitales.
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