Es que mi pareja no era así...
Muchas son las quejas de las personas que dicen, que antes de juntarse o casarse; su pareja no de tal o cuál manera. Y por supuesto que no, porque no es lo mismo tener una pareja, que vivir con alguien en pareja.
Cuando vivimos con una persona en pareja entonces sí lo conocemos de verdad. Nos enfrentamos a sus hábitos, a sus mañas, a su manera de ser, a sus humores cuando se levanta, cuando se acuesta y también a su orden y desorden.
La vida en pareja es un proyecto común y compartido que no solo tiene que ver con cuánto nos queremos. En esta relación entran en juego un sinfín de situaciones que es necesario sortear para comprender este amor en pareja. Vivir con alguien en pareja es un cambio importante en la vida afectiva de las personas.
Los comportamientos cambian en la vida pública y en la vida privada. Cuando decidimos vivir con alguien en pareja, se inicia un proceso de compartir, de ceder, de comunicación, de establecer territorios, el terreno de las finanzas, de qué manera se va a invertir el dinero. Qué hacer con el tiempo libre y cómo vamos a sortear las visitas con los amigos, con la familia.
Sin embargo, cuando nos juntamos o casamos no pensamos en nada de eso. Pero en los primeros años de matrimonio, viene justo una gran desilusión. Tener a mi pareja en el espacio de la intimidad es una experiencia que lleva a consolidar más el amor, la pareja y el vínculo afectivo. Pero también es cierto, que en esta intimidad se inician una serie de juegos que por momentos nos falta reconocer.
Mi pareja no era así, es igualmente una condición del amor romántico. Cuando estamos enamorados, no somos capaces de ver señales que nos indican que nuestra pareja sí era así. Contamos con unas gafas y creemos y pensamos que:
No es para tanto, se enoja sí, pero se le pasa pronto. Su familia siempre estaba por encima de la relación, pero seguramente cuando estemos en pareja va a querer estar todo el tiempo conmigo. Sí bebe, pero solo los fines de semana cuando salimos a alguna fiesta. Se molesta sí no me reporto con frecuencia, pero va a estar ya muy seguro cuando estemos juntos en pareja. No le gusta como me visto y critica mis maneras de arreglarme, pero él siempre quiere que yo luzca muy bien. Sí salgo con mis amigos se molesta, pero antes compartía con ellos.Estas señales que la pareja va mandando desde el inicio de la relación, están ahí, todo mundo las ve menos nosotros. Las negamos, las justificamos, las minimizamos porque nuestro amor es más grande que su comportamiento.
De manera qué: Mi pareja no era así y sí era así. Pero el enamoramiento es un estado que raya por momentos en la locura y en la falta de apreciación de la verdadera realidad. Ni malo, ni bueno. Así es. La gran frustración se inicia cuando en el fondo, creo y deseo, que este estado de enamoramiento continúe todo el tiempo y: “vivamos felices para siempre”
Nos juntamos y casamos con alguien de carne y hueso. Nuestras expectativas de un amor eterno es una fantasía que nos han vendido a lo largo de los años. Todo contribuye los medios de comunicación, las sociedades y los hombres y mujeres que avalan la unión matrimonial como un fin en sí mismo, y no como un vehículo que nos permita una realización de la vida en común.
Y si pensamos un poco en nosotros, pues tampoco éramos así antes de vivir con la pareja. Ahora estamos tristes y desilusionados queriendo mantener una ilusión de pareja. Realmente nos desilusionamos de la ilusión no de la pareja. Nuestra pareja es como es. Y nosotros somos como somos.
Así vamos por la vida sin interpretar nuestras señales y las de nuestra pareja, por el contrario, en lugar de vivir y apreciar lo que sí tenemos y podemos construir. Nos debatimos todo el tiempo en querer corregir los comportamientos de nuestra pareja: que nos tenga más atención, que siempre seamos lo primero en su vida, que no se le ocurra voltear a ningún lado donde no esté yo, que siempre me diga cuanto me quiere o admira, en fin, cuántas vivencias nos perdemos por estar atentos en lo que no contamos de la pareja…
Sí alguno de los temas le parecen interesantes sería bueno que me escribiera y si no, también. Gracias por leerme, mi misión e intención es la calidad de vida emocional… Y ponemos a su disposición el material electrónico:
Cuando el amor en pareja se convierte en dolor
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Ana Giorgana
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