El difícil momento de la elección
Los que iniciamos la aventura empresarial hace unos años, aprendimos a crecer entre procedimientos y estructuras dirigidas a la producción. Conforme avanzamos, nos dimos cuenta de que esto ya no era garantía de "hacer las cosas bien". ¿Cómo se mide "hacer las cosas bien"?. Hoy en día, hasta estos parámetros han cambiado. Los clientes no están, están moviéndose por otras aguas. Sabemos que se mueven, pero no sabemos dónde. Las mentalidades han cambiado, lo que costaba años en cambiar, hoy tarda minutos. Se gesta un manifiesto en Internet en una noche usando las redes sociales. Una empresa familiar de Granada excede su producción artesanal por situar un blog estratégicamente en Internet. Un joven estudiante es capaz de tener más audiencia que campañas de miles de dólares.
Y, en este contexto, se premian las ideas, el movimiento, la frescura. Nuevas soluciones para nuevos problemas, nuevas soluciones para viejos problemas, al fin soluciones para problemas de siempre, ideas, proyectos, comunicación, interrelaciones, contactos, colaboración.
Aun no nos ponemos de acuerdo en qué es exactamente la innovación, aunque sabemos que hoy tiene premio. Es la combinación ganadora, es el espíritu que cambia radicalmente nuestro concepto de hacer negocios.
La innovación tiene una base sólida en la inquietud y la curiosidad. No está hecha para mentes estables. Cuántas veces hemos oido "yo no tengo tiempo para esto" o "eso a mi negocio no le sirve".
Los espíritus colaborativos, inquietos, curiosos, alternativos, reinventan la historia empresarial. La empresa casi deja de serlo para convertirse en un grupo de personas que están remando en un mismo barco que se denomina proyecto. Espíritus independientes que se juntan para desarrollar juntos, unir ideas y aportar a un proyecto común. El jefe deja de existir como tal para convertirse en facilitador.
Ni todo es tan fácil, ni todo tan obvio, ni todo tan real. Existe un mundo detrás que sigue su curso, estableciendo parámetros diferentes. No nos creemos innovadores por decir estas palabras; no estamos inventando nosotros mismos nada. Sólo comentamos y sugerimos las líneas en las que creemos. Otros tendrán otros discursos. A fin de cuentas, es el emprendedor el que decide por dónde le guía su instinto.
Puedes seguirnos en nuestra página de fans de facebook y el twitter @kpacita.
Registro automático