Consejos de un dentista de Madrid para un correcto cepillado
Una de las actividades cruciales para nuestra salud bucal es el cepillado. Cepillar correctamente los dientes permite eliminar los restos alimenticios y los microorganismos que están adheridos a los dientes dejando así limpia la dentadura en toda su superficie. Debemos tener en cuenta que la saliva contiene elementos químicos que protegen el esmalte, y con los dientes limpios conseguimos que ésta pueda actuar.
Una de las preguntas más recurrentes que hacen los pacientes es si el cepillo debe ser eléctrico o manual. A este respecto lo importante es tener en cuenta que la mejor manera de controlar la placa es de manera mecánica, a través de un buen cepillado y en principio no influye que el cepillo sea eléctrico o no. De hecho el movimiento del cepillado es la base principal dejando en segundo lugar al dentrífico y al colutorio.
Por poner un ejemplo muy gráfico podemos comparar el cepillado con la limpieza de un suelo sucio: aunque se añadan muchos cubos de agua con lejía el suelo permanece sucio hasta que no se frota con una fregona. De forma análoga el cepillado debe hacerse con un poquito de pasta y un correctísimo movimiento.Es en este punto es cuando debemos valorar las implicaciones de utilizar un cepillo manual u otro eléctrico ya que ambos presuponen movimientos y manejos diferentes. De hecho uno de los problemas principales que encontramos en el uso de los cepillos eléctricos son los movimientos que realizan los usuarios, normalmente idénticos a los que harían con un cepillo tradicional.
Por esta razón normalmente recomiendo el uso del cepillo manual para evitar patologías y problemas derivados de un uso incorrecto. En concreto suelo aconsejar un cepillo con cerdas blandas, si es posible ligeramente más blando que un cepillo de dureza media aunque, siempre que sea posible, déjese aconsejar por su dentista en Madrid, le recomendará el mejor cepillo para usted y su boca.
Otro aspecto importante es la frecuencia y la duración del cepillado. Lo correcto es cepillarse tres veces al día, siendo más importante por la noche, ya que por la noche al no haber actividad en la boca las bacterias formadoras de caries actúan impunemente durante muchas horas. En lo que respecta a la duración debemos emplear unos 5 minutos para llevar a cabo un correcto cepillado.Para finalizar un apunte sobre los dulces: cuando los comemos, enseguida baja el pH de la boca, y esta acidez es muy dañina. Es muy necesario lavarse los dientes lo antes posible, para recuperar la normalidad. Por ejemplo, si nuestros peques van al colegio con el bolsillo lleno de gominotas y comen dulces durante todo el día el efecto dañino es mucho mayor que si las comieran todas juntas por la noche y después se cepillaran los dientes. Esto se debe a que tendrían el pH ácido durante todo el día lo que afecta mucho a los dientes.Espero que os sea de ayuda para evitar patologías graves, dolor de encias, mal aliento, sensibilidad dental etc..
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