¿Debo realizarme una cirugía?

Hay mucha gente en el mundo que  está afligido con la nariz  o las orejas que le  tocaron en suerte. Pueden estar insatisfechos con su forma, con su apariencia, con que sean muy grandes o desproporcionadas… Cuando el dilema estético es grave y  patente  concebimos que la persona pueda sentirse retraída, por más que el defecto sea pequeño, o incluso sólo perceptible por nosotros mismos, puede acomplejar y afectar nuestra autoestima.

Si el  conflicto es  notorio desde la niñez, el  chiquillo puede sentirse acomplejado por las  bufonadas y los  seudónimos que puedan ponerle sus  amigos. Así, un caso estético puede agravarse y tener consecuencias muy negativas en la autoestima y las relaciones sociales del nene.

En el caso de acomplejarnos por nuestra nariz, el agravante de que no es conveniente someter a un niño a un tratamiento de operación nasal, ya que el hueso de la nariz aún no está formado definitivamente. La edad mínima recomendada para este proceso es de quince años en las mujeres y dieciocho en los hombres, para que el sujeto esté preparado tanto desde la perspectiva emocional como física. Por ello, el un niño o adolescente con esta complicación deberá esperar y superar este sentimiento, por lo que necesitará ayuda de sus familiares y, quizá, apoyo profesional.

Por otra parte, en el caso de la otoplastia, lo más aconsejable es realizar la operación en cuanto las orejas alcancen su tamaño definitivo, a eso de los cinco o seis años.

Aparte de en estas etapas críticas en la vida, podemos sentirnos acomplejados por nuestro físico en cualquier momento. Los modelos de belleza que nos venden los medios de comunicación tienen rasgos armónicos alejados de toda imperfección. Es por ello que, en cualquier etapa de nuestra vida podemos sentir que seríamos mejor aceptados socialmente y que nos sentiríamos más a gusto con nosotros mismos si mejoráramos los defectos que percibimos en nuestro rostro o cuerpo.

La cirugía estética, sea operación nasal, de orejas, de mamas o de párpados son  procedimientos estéticos positivos desde el punto de vista psicológico, que puede ayudarnos a mejorar esas imperfecciones y sentirnos más a gusto con nosotros mismos. Siempre que lo deseemos por nosotros mismos, que no estemos presionados a hacerlo y que estemos seguros de lo que lograremos con la operación, este proceso puede ser la solución a esos problemas de autoestima y ayudarnos a aumentar nuestra confianza en nuestro físico.