Para quemar grasa inicia caminando

Muchas personas viven con el sobrepeso cada día. Es una gran carga, de manera literal y también de manera moral. El estar gordo te hace pasar a formar parte de las personas que no se sienten felices con la forma en que los califica la sociedad. Además, de alguna manera estás consciente del daño que haces a tu organismo.

Por lo tanto tienes suficientes razones como para comenzar a intentar perder peso, pero no lo haces, ¿qué sucede? Posiblemente el primer obstáculo que debes sobrepasar no es tu estómago sino tu mente. Tu cerebro te indica que no puedes, que tú ya estás destinado a estar gordo y por lo tanto ni siquiera lo intentas.

Sabes que no es suficiente bajar de peso, debes quemar grasa. Pero ya te imagino un domingo por la noche, comiendo un sándwich más porque ese día decidiste cambiar tu vida y al día siguiente saldrás a correr. Pero algo pasa, llega el martes y no has hecho nada por cualquier motivo. Pero eso sí, seguiste comiendo como siempre.

Dicen que si quieres algo, pero no lo buscas, es que no lo quieres suficiente. ¿Realmente no quieres bajar de peso? Posiblemente en algún momento de tu vida te conformaste y por lo tanto ya no lo vas a intentar en serio. Para ti es común entusiasmarte luego de ver un infomercial y sentir que ahora si ha llegado la hora.

No te presiones tanto, pero decide cambiar. Pero lo que más motiva a las personas son los resultados, ¿verdad? Actualmente hago ejercicio diariamente, seguí con éxito la rutina del incinerador de grasa y como mejor. Pero todo comenzó con unos pequeños pasos, o mejor dicho, varios pasos diariamente: caminata.

Aunque no lo parezca en ocasiones, caminar puede ser un ejercicio realmente bueno para bajar esos kilos extras. Comencé caminando media hora, para mí era bastante después de haber pasado años sin mover un dedo. Al sentirme bien comencé a caminar más, y más, y más. Cuando me di cuenta, ya caminaba hora y media.

Añadí a eso el dejar de tomar refresco y almorzaba nada más con agua natural.  Y no creas que me maté de hambre, creo que por eso fui lento porque seguí comiendo normal. Pero al cabo de dos meses empecé a notar los cambios, sobre todo la báscula fue la que me dio la sorpresa: había bajado cuatro kilos.

Si, de esos que ya no vuelven. Caminar es muy fácil, el reto para ti será salir de la rutina de no hacer nada y salir. Caminar es divertido, puedes tomar aire fresco (sobre todo si lo haces en las noches) y ver las calles. Poco a poco al ver los resultados te pasará como a mí: querrás ahora correr todos los días porque viste resultados. Anda, a caminar se ha dicho.