Protocolo familiar: ¿Ser y no ser del negocio familiar?
¿Tendrá el protocolo alguna incidencia en la continuidad de los negocios familiares? La respuesta es sí, especialmente cuando ha sido preparado e implementado en su totalidad.
Si bien toda comparación es odiosa, en Chile se estima que poco menos del 30% y 13% de empresas familiares, alcanzan con éxito la segunda y tercera generación respectivamente, cifras que contrastan con el 20% y 5% de los negocios peruanos. Basta ver las inversiones del país del sur en el nuestro, para confirmar que muchas de éstas pertenecen a familias empresarias.
En el Perú, muy pocas familias han logrado éxito en la transición generacional. Solo recordemos nombres de negocios familiares, muchos de los cuales llevaban el apellido del propio fundador, y que ya no existen o están en poder de otros inversionistas. De las grandes empresas nacionales, muy pocas logran alcanzar la tercera generación, y de los pequeños y medianos negocios, la mayoría desaparece en la primera o en el tránsito de la segunda generación.
En el Perú, la única familia que ha informado públicamente que cuenta con este instrumento es la familia Wong, propietaria de la corporación que lleva su mismo nombre; sin duda, esto va a ser un importante apoyo en su proceso de desarrollo, lo mismo para todas aquellas familias que lo han preparado e implementado satisfactoriamente.
Nosotros hemos conversado con empresarios que no lograron éxito en la continuidad de sus negocios familiares, y le hicimos una pregunta que puede parecer provocadora: ¿Usted pensó dañar a su negocio y/o a su familia cuando hizo interactuar a la segunda con la primera?, es obvio que la respuesta unánime fue:”NO”.
Y, entonces, ¿qué paso?, ¿porqué las buenas intenciones terminaron afectando la fuente de valor de la familia y en algunos casos, deterioraron las relaciones y/o economía familiar? Generalmente, esto se origina por la falta de conocimiento de las interacciones existentes en un negocio familiar y las consecuentes confusiones que esto genera, las cuales pueden ser previstas cuando la familia participa del proceso de elaborar su protocolo.
Preparar e implantar el protocolo, debe ser visto como una oportunidad a aprovechar, es como usar una “vacuna” que ya existe, si bien no es una panacea donde la familia y/o empresa se verán inmunes a los conflictos, sí estarán en mejor posición para afrontar situaciones difíciles e, incluso, para que ellas sean menos frecuentes.
En el Perù existe poca difusiòn sobre este tema,la cual es importante para prevenir los problemas, de estas empresas en las siguientes generaciones,les felicitamos sobre los comentarios sobre el tema. Yo me encuentro investigando este tema y me gustaria facilitarme sobre seminarios ,maestrias sobre el tema en el Perù.
El hecho que la Economia del Pais-Perù es manejado por el 90% de Empresas Familiares es necesario fortalecer a estas,por lo seria interesante intercambiar opiniones de otras realidades y buscar el desarrollo de estas Unidades de familia y bajar la tasa de mortandad de estas.
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