¿Porque es Necesario Tener un Sitio Web? Parte I
Carlos había logrado tener lo que tanto ansiaba toda su vida, poder abrir un negocio de ventas de zapatos para mujer. Y lo mejor de todo, era que tenía dos cosas fundamentales, capital y conocimiento sobre el rubro. Su padre le había enseñado el oficio ya que había sido toda su vida zapatero. Es por eso que alquiló un local, lo suficientemente grande, en la calle principal de la ciudad, donde más personas transitaban por día. Contrató una decoradora para que le diseñara el nuevo local, se puso en contacto con los mejores fabricantes, y como podía comprar en gran cantidad, lograba precios mucho más bajos que sus competidores. Es decir, reunió casi los requisitos perfectos para que su nueva actividad sea de gran rentabilidad. Los zapatos eran de un cuero excelente, las suelas eran excelentes, los modelos eran los que estaban mas a la moda, y además los precios eran muy accesibles. Pero Carlos tenía un gran problema que le afectaba desde hacía dos o tres años después de haber sufrido un robo, tenía pánico a que le robaran nuevamente. Por eso decidió que por mas que el negocio este abierto, la cortina metálica siempre iba a estar baja, y se atendería a la clientela dejándola entrar por la puerta chica que tiene la cortina, y en ocasiones, hasta esta puerta la mantenía con llave, la gente tenía que golpear y a través de una mirilla se sabría quien era y se la dejaba pasar. Su temor fundamental era que los ladrones vieran lo que tenía dentro del local, seguramente un día u otro iban a entrar a robarle. Sus amigos y parientes sabían que esa era la forma de atender de Carlos y por eso conocían como era el sistema. También estos amigos comenzaron a comentar a otras personas sobre los excelentes zapatos de Carlos, y los precios muy bajos que tenía. El boca a boca, pensaba Carlos, iba a ser el contacto perfecto para poder incrementar su clientela pasado cierto tiempo.
Javier, puso exactamente al lado del negocio de Carlos también una zapatería, pero su experiencia en el rubro eran casi nulas y su capital debía dosificarlo de tal manera que no le permitiría hacer compras importantes. Resultado, Javier abrió su zapatería con mercadería que no se destacaba por su calidad, aunque no era mala, y los precios estaban bastante por encima que los de Carlos. Pero hubo algo fundamental que Javier estableció desde que abrió el negocio. Su vidriera era de unas dimensiones importantes, la llenó con todo tipo de modelos de zapatos, le puso un cartel con el precio a cada uno, anexó algunas otras cosas de bijouterie, algunos pañuelos de escaso valor, y le colocó luces que resaltaban cada modelo. Su puerta principal era de vidrio, la que tenía todo el día abierta, para que de esta forma la gente pudiera observar hacia el interior del local, y ver no solamente a las dos empleadas, sino también, al que la gente pensaba que era el mismo dueño que estaba atendiendo y por supuesto aconsejando, tal como era en realidad.
Obviamente que la cantidad de gente que transitaba por esa calle principal, pasaba de largo por el negocio de Carlos, ya que ni siquiera se enteraban que hubiera un negocio, y se detenía a ver la vidriera de Javier, y por supuesto muchos de ellos, y sobretodo ellas, entraban a consultar, pero sobretodo a comprar.
Javier, transpolado a la forma de hacer negocios y vender que hoy predomina, había creado su Sitio Web. Carlos se mantuvo en la forma de vender de hace diez años, confiando que en el boca a boca estaba el negocio.
Se terminaron los negocios de puertas para adentro. Lamentablemente la gente se perdió de comprarle a Carlos mercadería de muy buena calidad y a precios mucho más baratos que los de Javier, pero Carlos no se hizo conocer, no fue a buscar a los clientes, quería que los clientes lo buscaran a él, pero sin darse a conocer.
Un Sitio Web posibilita que millones de personas que entran en Internet por día, nos conozcan, sepan qué vendemos, a cuanto lo vendemos, que ofertas tenemos.
Ahora la pregunta es: ¿alcanza hoy solo con tener un Sitio Web?
www.exanegocios.com.ar
Registro automático