El encanto de un barrio con personalidad propia: el Soho londinense

Pasear por el barrio del Soho londinense es toda una experiencia que vale la pena tener. La increíble mezcla de lo “mejor” y lo “peor” de Londres, con ricos y pobres, con bohemios y empresarios hacen de este lugar un barrio único, encantador y fascinante.

La historia del barrio se remonta al año 1536, año en que la zona dejó de ser una explanada de cultivo para convertirse de la mano de Enrique VIII en un parque real para el Palacio de Whitehall. En 1660, la corona decidió vender la zona, dividida en diferentes parcelas y así es como el barrio se alzó de la nada. Aunque nunca llegó a ser un lugar de moda para los ricos, los artistas sí encontraron este lugar perfecto para vivir. La bohemia británica estaba encantada con la mezcla cosmopolita y a veces salvaje de la zona. Llegado el siglo XIX, no quedaba prácticamente ninguna familia aristócrata en el barrio y por el contrario las prostitutas, los salones de música y los pequeños teatros se asentaron. A partir de 1930 hasta el comienzo de la década de los 60, los pubs del Soho fueron llenados cada noche con escritores borrachos, poetas y artistas, muchos de los cualesnunca llegaron a ser famosos, y fue también durante este período cuando los grandes pubs se establecieron.

Pero ¿qué queda hoy en día de ese Soho tan bohemio? Sin duda alguna este es todavía hoy el lugar más multicultural de la ciudad. El comercio, la industria, la cultura y el entretenimiento siguen siendo, puede que incluso más que antes, los puntales de un barrio que actualmente aglutina pobres y ricos, viviendo en un mismo barrio pequeño. Restaurantes, bares, clubs, teatros y tiendas de discos han convertido este barrio en uno de los más vivos de la ciudad. Al mismo tiempo, el barrio es de sobras conocido por la cantidad de comercios destinados al público homosexual, convirtiéndose así en el principal barrio gay de Londres.

Este barrio es sin duda de obligada visita para todo aquel que quiera descubrir el Londres más auténtico y personal. De todas formas, el ambiente y el ruído constante lo pueden hacer inconveniente para algunos turistas. Aún así, para aquellos a quién no les importe, existen algunos hoteles y apartamentos de alquiler en la zona, así como en las inmediaciones que resultan realmente cómodos para visitar una de las zonas más bohemias y con personalidad de toda la ciudad.