Solucion para la Eyaculación Precoz

Diferentes estímulos y una variedad de situaciones pueden condicionar y afectar la respuesta sexual de un hombre, provocando que el mismo no pueda rendir acorde a sus expectativas frente al encuentro amoroso. De allí que se explican problemas tales como la dificultad para lograr una erección o la eyaculación precoz, los cuales se presentan como losinconvenientes más comunes que atormentan y preocupan a algunos hombres.

Por este motivo, el urólogo Jamen Semans de la Universidad de Duke, Estados Unidos, desarrolló la técnica del “arrancar y parar” como solucion para la eyaculación precoz basada fundamentalmente en la masturbación como medio de prueba para conseguir un conocimiento del propio cuerpo, los estímulos recibidos y las sensaciones que se producen antes del momento de eyacular y cuyo control en esta etapa es necesario para pasar a practicarlo en una relación sexual con penetración. El eje central de esta técnica es poder tomar conciencia del punto conocido como inevitabilidad eyaculatoria, en el cual una vez traspasado no se consigue volver a atrás y lo que sucede inmediatamente es que el hombre acaba eyaculando sin poder controlarlo.

Los fundamentos del método “arrancar y parar” son potenciar la satisfacción y así mejorar la vida sexual de todos aquellos que tienen dificultades y no saben como retrasar la eyaculación. Por eso, la meta principal es alcanzar altos niveles de excitación sin eyacular y esto se consigue en primera instancia con la práctica de la masturbación, sin que la pareja tenga intervención. El objetivo es claro: Llegar lo más cercano posible a la sensación de un orgasmo controlando no atravesar ese límite comentado anteriormente, sino que poder hacerlo a propia voluntad y no como un reflejo.

Luego de practicar algunas veces y reconocer ese punto límite de manera individual, se puede incorporar a la pareja en el ejercicio. En esta etapa, el objetivo es que la mujer masturbe a su pareja hasta que ésta le indique el momento en el cual debe detenerse. Una vez que se domine esta práctica, se puede pasar al sexo con penetración pero con un solo condicionante: la posición sexual a realizar debe ser la que el hombre se encuentra acostado boca arriba (puede hacerse sentado también) y la mujer se sienta encima de él.

Controlada y dominada esta etapa, se procede a cambiar de posición, logrando la penetración de manera lateral, con ambos cuerpos tendidos hacia un lado. Y finalmente, el último escalón del proceso es cuando se pasa a practicar la posición del misionero, la cual se dice que es la “más fuerte” en cuanto a sensaciones para el hombre. 

Es importante remarcar que en cada una de las posiciones, el hombre es quien debe detenerse y pedirle a su pareja que haga lo mismo en el momento que se está llegando a sentir el reflejo eyaculatorio, luego relajarse y volver a repetir el procedimiento las veces que se desee. 

Como recomendación final, no se debe pasar a la etapa que le sigue sin antes dominar la previa, ya que el procedimiento perderá efectividad y acabará siendo una pérdida de tiempo para ambos y muy lejos de ser una solucion para la eyaculación precoz.