Diez consejos para ser un buen emprendedor

Ser emprendedor puede parecer idílico pero es un camino lleno de piedras donde las palabras sacrificio y dedicación debes llevarlas grabadas a fuego. La idea de ser tu propio jefe es abrumadora y te lleva a pensar en todo aquello que quizás serías capaz de hacer pero que por algún extraño motivo nunca llevas a cabo. ¿Por qué crees que no eres capaz?. La respuesta a tu pregunta es sumamente sencilla. Tienes miedo al fracaso.

¿Quién no ha pensado alguna vez en ser emprendedor?. Aquí te dejo unos pequeños consejos que a mí personalmente me han ido muy bien y aunque no son la panacea pueden ayudarte a dar un pequeño salto hacia adelante.

1.-El empresario no nace, se hace.

Lo primero que debes saber es que el empresario no nace sino que se hace con el día a día. Cierto es que muchas personas tienen una habilidad innata  para el desarrollo de determinadas actividades pero no son la mayoría. El trabajo bien hecho es fruto del esfuerzo y la dedicación. Sin trabajo no hay recompensa.

2.-La automotivación es tu mejor aliada.

Es uno de los pilares más importantes del emprendedor. La desmotivación provoca desinterés, el desinterés dejadez, y  la dejadez es tu peor enemiga. Si no eres capaz de afrontar tus tareas con ilusión estás perdido. Da igual como te motives, lee libros relacionados con los temas que te interesan, busca casos reales sobre gente que ha hecho lo mismo que tú y que lo ha logrado, lee libros de automotivación o mírate al espejo y repítete una y otra vez lo guapo que eres, da igual lo que hagas porque cada uno tiene motivaciones diferentes pero no caigas en la rutina y en la desesperación. Si no consigues estar motivado eres carne de cañón.

3.-Nunca te rodees de gente negativa…

Comentarle tus hazañas a alguien que piensa que estás loco o que no haces lo correcto no es bueno para ti. Al final esta gente lo que hace es coaccionarte para que no intentes aquello que quieres conseguir. Con esto no te estoy diciendo que no hagas caso a tus amigos o familiares pero cuantas veces no habrás escuchado eso de “déjate de historias y búscate algo serio”, “yo trabajo 8 horas y me olvido”, “eso es muy difícil”, etc, etc… Descubre que ahí fuera hay gente que no se conforma con cumplir y punto, que buscan algo más porque la jornada laboral como la conocemos no es para ellos.

4.-Actúa hoy, y mañana también, y al otro…

Este es otro de los grandes enemigos del emprendedor sin lugar a dudas. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Lo que a priori parece un absurdo es la mayor fuente de fracasos de toda la historia de la humanidad. No actúo porque tengo miedo, y como tengo miedo busco una excusa, cuando tengo mi excusa, me excuso y cuando me excuso no hago lo que debo de hacer. Tachán! Otro soleado día sin hacer nada de nada. Enhorabuena, acabamos de demostrar empíricamente que eres un ser humano y que por tanto tienes miedo de hacer aquello que te incomoda.

Tengo un pequeño ejercicio para ti. Escribe en una hoja todas aquellas tareas que quieres conseguir durante la semana, algo asumible, por ejemplo, hacer diez llamadas telefónicas para conseguir clientes, luego fracciona las tareas en sub tareas diarias, por ejemplo, hacer dos llamadas al día de lunes a viernes y adelante. Una vez hayas empezado con tus tareas no realices tareas no programadas que te impidan hacer aquellas que te has propuesto. Descubrirás que programar tareas poco a poco te ayuda a perder parte de ese miedo. Deja de robarte tiempo a ti mismo con tareas inútiles.

5.-Autodisciplina, autodisciplina, autodisciplina…

En ocasiones tener una idea y llevarla a cabo pasa por hacer tareas que no son de nuestro agrado. Es entonces cuando nuestra motivación se desmorona y nos abandona por momentos. Te preguntas ¿Por qué tendré que pasar por esto?. Tenemos que ser responsables de nuestros actos y centrarnos en las tareas que nos hemos encomendado. Hay que ser flexible y persistente y sobretodo no perder los nervios. Recuerda que el camino es largo y que debes picar piedra día sí día también. Este es el punto más difícil de cumplir, si eres disciplinado tienes mucho ganado.

6.-Invierte en ti y en tu idea…

¿Gastas o inviertes en tí?. A priori, ambos conceptos conllevan un desembolso de efectivo pero ¿cuál de ellos crees que puede beneficiarte más?.

Tu formación es básica y puede utilizarse para tu negocio y para todos aquellos negocios que emprendas en el futuro. Formarte te permite dar más y mejor ti en aquellas actividades que realizas. Nunca dejes de formarte porque no hay mejor inversión que invertir en ti mismo.

Asesórate y busca ayuda profesional para aquellos aspectos de tu negocio que no domines o para aquellas tareas importantes para las que no dispongas de tiempo. Invierte en tu idea y aprende a distinguir entre un gasto y una inversión. A veces gastamos ingentes cantidades de dinero en comprar mobiliario, equipos informáticos, y otros “gadgets” que no son necesarios pero prescindimos de una buena campaña de publicidad, de un diseñador web con experiencia, o de un buen asesor. Creo que ha quedado más que claro que el mueble no va a darte de comer aunque lógicamente si estás pensando en gestionar una panadería necesitarás un horno sí o sí ¡tampoco me malinterpretes!.

7.-Elabora un plan de negocio con cara y ojos…

Las personas que no dedican el tiempo suficiente a madurar una idea de negocio tienden a ser optimistas en exceso. La confección de un plan de negocio realista y coherente es imprescindible para el desarrollo de cualquier actividad.

¿Para que sirve un plan de negocio?. A grandes rasgos y sin entrar en detalles podemos decir que es una guía para establecer un “plan de acción”. El plan de negocio te ayudará con dos cuestiones básicas; ¿Qué problemas me voy a encontrar?, y ¿Cómo tengo pensado superarlos?. ¿Te imaginas poder adivinar el futuro?. Pues esto es lo más cerca que vas a poder estar…

¿Qué modelo de plan de negocio tengo que elegir?. Eso ya depende del tipo de negocio que tengas en mente pero el producto, el precio, la promoción y la distribución del mismo son puntos clave y generales a casi todos los planes de negocio. Este es un tema aparte y sumamente amplio que deberás estudiar sin lugar a dudas.

8.-El optimismo es bueno, el exceso de optimismo será tu perdición…

Ser optimista ayuda a estar motivado y opino que la motivación puede mover montañas pero en ocasiones el exceso de optimismo puede jugarte una mala pasada… Si has pensado en facturar 2.000 euros al mes y al final descubres que facturas 500 euros y que tienes gastos por 800 euros, que harás?  

9.-La paciencia es la madre de la ciencia…

Es muy importante que no pierdas los nervios si los resultados no son los esperados. Poco a poco irás descubriendo que aquellas tareas aparentemente sencillas se dilatan en el tiempo por causas que no controlas. Recuerda que, por ejemplo, muchos trámites burocráticos te harán ir de acá para allá para finalmente llevarte a un callejón sin salida. Aparca las tareas bloqueadas y empieza otras totalmente diferentes. Recuerda cuál es tu meta y céntrate en aquellas tareas que te hacen avanzar día tras día. No olvides que el bloqueo mental es otro de tus mayores enemigos.

10.-Aprende de tus errores…

Tengo un amigo que una vez me dijo…¡yo nunca me he caído de la moto!. En fin, o mentía o realmente la utilizaba tan poco que no dio lugar a ello…¿Qué quiero decirte con esto?. Todos los grandes emprendedores y empresarios han tenido éxitos abrumadores y fracasos estrepitosos y todos, absolutamente todos han fallado. En tus manos está aprender algo de tus errores o culpar al destino de ello…

Bueno, esto son sólo diez pequeños consejos que he ido aprendiendo con los años  que espero que te ayuden, no tanto a  ser un emprendedor de éxito, sino a darte cuenta de que todos somos iguales y de que todos hemos y estamos pasando por situaciones que nos generan estrés, desconfianza y desmotivación… y aún y así aquí estamos día tras día porque vale la pena.

Muchos ánimos y recuerda que, como dijo Albert Einstein, “El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo, es en el diccionario”. Así que ya sabes.