Despejando una duda
Enrique para mí es un gusto tener la oportunidad de despejar algunas dudas sobre nuestra fe cristiano católica. Y no porque me la quiera dar de sabiondo en el asunto, sino mas bien para compartir algo que aprendí en mis clases de teología, porque de eso se trata. El objetivo principal de mi inclinación a estudiar estas cosas de Dios, fue primero enterarme yo, de que se trataba todo esto, y luego el poder compartir con todo aquel que tenga alguna duda al respecto; y se da la ocasión que tú me preguntas directamente sobre un tema en particular.
Nosotros los cristianos católicos, tenemos tres documentos principales (libros o textos, como se les quiera llamar), como armas y herramientas para sustentar nuestra fe: La Sagrada Escritura (Biblia), El Concilio Vaticano segundo, y el Catecismo de la Iglesia Católica. Para responder con un poco más de tranquilidad a tu pregunta: ¿Por qué en el credo, se dice que Jesús desciende a los infiernos después de morir?, nos tenemos que remitir al Catecismo de la Iglesia Católica, que con bastante cordura y sensatez, nos dice lo siguiente: (pero antes déjame decirte que casi todos los documentos de la Iglesia están divididos por numeración en sus párrafos, es por eso que las numeraciones llegan a dígitos muy altos, en su mayoría de veces) en el caso del Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 632 nos dice lo siguiente:
“Las frecuentes afirmaciones del Nuevo Testamento según las cuales Jesús “resucitó de entre los muertos “presupone que, antes de la resurrección permaneció en la morada de los muertos. Es el primer sentido que dio la predicación apostólica al descenso de Jesús a los infiernos; Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos.
La Escritura llama infiernos, sheol o hades a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios. Tal era, en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos, lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el “seno de Abraham” “Son precisamente estas almas santas, que esperaban a su libertador en el seno de Abraham, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos” Jesús no bajó a los infiernos a liberar allí a los condenados, ni para destruir el infierno de la condenación, sino para liberar a los justos que le habían precedido.
“Hasta a los muertos ha sido anunciada la Buena Nueva. El descenso a los infiernos es el pleno cumplimiento del anuncio evangélico de la salvación. Es la última fase de la misión mesiánica de Jesús, fase condensada en el tiempo, pero inmensamente amplia en su significado real de extensión de la obra redentora a todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares porque todos los que se salvan se hacen participes de la Redención.
Cristo por tanto, bajó a la profundidad de la muerte para “que los muertos oigan la voz del Hijo de Dios y los que la oigan vivan. Jesús “el príncipe de la vida” aniquiló “mediante la muerte al señor de la muerte, es decir al diablo y libertó a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud” En adelante, Cristo resucitado “tiene las llaves de la muerte y del Hades” y “al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos”.
Esto es lo que nos dice el Catecismo sobre tu pregunta, pero ahora queda la pregunta ¿podré realmente aceptar esto?, ¿Tiene sentido todo esto que me dice el Catecismo de la Iglesia Católica?
Lo que Jesús hizo por nosotros no tiene precio. Morir para que luego al resucitar El, todos nosotros resucitemos con él en el último día. Esto es lo que los apóstoles salieron corriendo a predicar a toda la humanidad en general, con la sucesión apostólica (cosa que algunos no quieren aceptar), para que llegara hasta nuestros oídos en nuestra época. Solamente el que cree esto será salvo, porque no tiene sentido esperar algo, de lo cual no creemos. Espero pues haber despejado en algo tus dudas, y estoy dispuesto a seguir compartiendo contigo todo este cúmulo de información que está en mi persona, porque de eso se trata, compartir y ayudar al que tiene duda.
Andrés Arbulú Martínez
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