El arte del perfume

Para llegar a obtener un pequeño y delicioso frasco de perfume se deben dar una serie de pasos que comienzan con la recolección de los ingredientes que nos da la naturaleza, continúa con la armonización de las fragancias y finalmente  logra la fina y delicada elaboración del producto. Pero un perfume es mucho más que un equilibrado proceso, es una historia de aromas que conjugan el pasado y el presente, es un universo de sensaciones que nos remiten a un momento muy intenso, íntimo y único.

Por eso cuando elegimos un perfume ponemos en funcionamiento una serie de decisiones que no pasan solamente por el aroma o el color sino que van mas allá de nuestros sentidos. Ponemos en juego las emociones, la personalidad, nuestros deseos más ocultos y nuestras ganas de ser deseados e identificados por “esa” fragancia tan especial.

Elegir un perfume también es un arte y puede ser apasionante, puede llevarnos por un camino lleno de flores, frutas y colores pero también requiere de cierto método porque la fragancia que elijamos formará parte de nuestro estilo de vida. Para ello los expertos cuentan con una serie de tips o consejos que nos ayudarán en esta mágica aventura.

*La mejor hora para probar un perfume es a primera hora de la mañana porque nuestras facultades olfativas están más sensibilizadas y lo ideal es ir sin ninguna fragancia para evitar las mezclas de aromas.

*Lo ideal es no probar más de dos o tres fragancias a la vez porque se pierde el olfato y se confunden los aromas.

*Siempre es mejor vaporizar un poco en el aire y dejarse inundar por la fragancia, ver qué sensaciones nos despierta y si nos gustaría oler de esa manera.

*Si se quiere probar en la piel, el lugar indicado es en las muñecas pero sin frotarlas para preservar así la esencia misma del perfume. Otro lugar para probar es en el pliegue del codo. En ambos casos, hay que dejar la fragancia unos 10 minutos antes de oler y recién entonces percibir cómo queda en nuestra piel.

*Un perfume tiene una estructura, un componente y una característica. De acuerdo a ellas podemos elegir entre los frescos y cítricos con ingredientes como naranja, mandarina o limón, que son de fácil evaporación.  Los florales que pueden variar de secos a dulces. Y los compuestos por especias, que son amanerados e intensos.