Barcelona con los niños
Para muchas personas, las ciudades grandes y los niños son poco compatibles. Sin embargo para disfrutar de Barcelona con niños pequeños hay muchas actividades didácticas. Es más, se puede recorrer casi toda la ciudad sin que los pequeños se aburran. El parque de la Ciutadella es el punto de partida más lógico para personas que viajan con niños y sólo está a unos pasos de la estación de metro ‘Vila Olímpica’. Los domingos de verano se suelen ver funciones gratuitas de marionetas en el parque y otras distracciones infantiles. El parque tiene un lago donde se pueden alquilar botes de remos, hay fuentes y también es la sede del Zoológico de Barcelona. El parque Zoológico de Barcelona es una atracción muy popular para visitar con toda la familia y ofrece actividades suplementarias como el mini tren y los ponis. Tiene una gran variedad de animales
tanto pequeños como grandes.
La mejor zona de verano para las familias es el barrio de Barceloneta, por su ubicación afortunada no sólo al lado de las playas, balnearios y parques infantiles, sino también a pocos pasos del centro de la ciudad. Éste barrio goza de muchos restaurantes especializados en marisquería y pescado y sensibles a las necesidades de las familias y también de chiringuitos para tomar un refresco al lado de la playa. Con un apartamento Barcelona puedes disfrutar al máximo del barrio.
Ubicado en una colina a solo algunas paradas de metro desde el centro de Barcelona, el Parc Güell, diseñado por Antonio Gaudí, es un lugar privilegiado para tener una vista panorámica de toda la ciudad. Es más, es un mundo fantástico tanto para adultos como para niños. Recorriendo los caminos serpenteantes del Parc Güell uno se encuentra sorpresas en cada curva. Los niños quedarán maravillados por la salamandra emblemática del parque, cubierta de piezas de cerámica coloradas y el banco que ondula como una serpiente al borde de la plaza. La entrada al parque es gratuita pero hay que pagar la entrada del museo.
Una visita del Camp Nou no les decepcionará a los jóvenes aficionados al fútbol. Se visita los vestuarios, la sala de prensa, la vista impresionante del estadio entero, el túnel de acceso, y como en una gran final se puede pisar el césped del emblemático Camp Nou. También se puede visitar el museo del club. Barcelona es una ciudad tan llena de colores vivos, formas extrañas y arquitectura fascinante (sin hablar de las atracciones especialmente para niños) que incluso el niño más exigente disfrutará de lo que ofrece.

Olivia es una escritora especializada en temas de turismo en Europa.





































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