LA ORACION Parte 3/3
El apóstol Pablo recomendó “Orad sin Cesar” (1 Ts.5:17) Esto se lleva cabo al mantener una conciencia de la presencia eterna de Dios.
Las apariencias de condiciones negativas en nuestras vidas no son reales, aunque parezcan ser muy reales en nuestro mundo.
La realidad verdadera consiste en esto: Dios es el bien, Dios es todo y espera que nosotros utilicemos el bien que nos ha dado.
Así por medio de la oración verdadera, liberamos la energía poderosa de Dios como una fuerza constructiva y creativa de nuestras vidas y asuntos.
Puedes valerte de este poder de las siguientes maneras:
Primero: Cada día crea una oportunidad de estar solo con el propósito de orar. Descansa en la seguridad de que Dios está contigo y no vives o trabajas solo.
Segundo: Concentra tu mente en la gran Verdad de que tu bien está ya establecido y todo el bien que es de Dios está ya en el universo. Esta es la promesa de Jesús y, por lo tanto, podemos confiar en ella.
Tercero: Declara ese bien para ti. Habla palabras poderosas de gozo, confianza y entusiasmo. Ten seguridad de que eres un hijo o una hija de Dios, y que es un placer para el Padre darte el reino.
Cuarto: Dirige la fortaleza y poder de tu fe a esa declaración. Di otra vez que ella es la realidad de la vida y luego cree esto. Concentra todos los poderes mentales en esta Verdad que hablas. Deja que la fase subconsciente de tu mente se llene de pensamiento de que el bien que decretas es la realidad concebible más poderosa.
Quinto: Expresa una sensación de extraordinaria gratitud por la fe, amor, seguridad, paz, salud y verdadero progreso en todos los asuntos de tu vida.
Toda persona que sigue estos pasos diarios no continuará en su vieja manera de vivir. Una nueva confianza y un nuevo entusiasmo por la vida nacerán en la conciencia de la persona que practica la dinámica de la oración.
No esperes usar estas leyes de la oración hasta que una gran crisis aparezca en tu vida. ¡Empieza Ahora! Forma el hábito diario de contemplar secretamente el bien de Dios y recordar que Dios no dejará de recompensarte abiertamente.-
Fuente: Silent Unity
EL DILEMA HUMANO
Escalar Montañas
Navegar ríos
Cruzar ríos
Ir a ninguna parte
Asirnos a lo que no se puede asir
Acudir al cielo
finalmente a nuestro interior
asiéndonos a lo que se puede asir.
Cambiar hasta encontrar
aquello que no se puede cambiar
Jim Rosemergy
http://elfluirdedinero.com/naturalezadelser
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