Jubileo 2000
"Y habló el Señor a Moisés en el Monte Sinaí diciendo, habla a los hijos de Israel y diles: entrado que hallais en la tierra que yo os daré, dejadla descansar un año de siete en siete, a honra del señor... Así mismo contarás siete semanas de años, es decir siete veces siete años que juntos hacen cuarenta y nueve años y al mes séptimo, el día diez del mes, que es el tiempo de la fiesta de expiación, harás sonar la bocina por toda vuestra tierra. Y santificarás el año quincuagésimo y anunciarás remisión o rescate general para todos los moradores de tu tierra, pues este es el año del jubileo. Cada uno recobrará su posesión y cada cual se restituirá a su antigua familia, por ser el año quincuagésimo, año del jubileo. No sembrareis ni segareis lo que de suyo naciere en el campo, ni recogereis las primicias de la vendimia, a fin de santificar el jubileo sino que comereis lo que primero se os ponga adelante. En el año de jubileo todos han de recobrar sus posesiones.... La tierra, así mismo no se venderá para siempre por cuanto es mía y vosotros sois advenedizos y colonos míos. Y así todo terreno de vuestra posesión se venderá con la condición de redimible....." (Levítico, cap. XXV).
En estas hermosas y sabias palabras del Creador se ha inspirado la campaña de "Jubileo 2000", lanzada en 1996 por las tres mayores agencias cristianas de ayuda en Gran Bretaña y por el Movimiento de Desarrollo Mundial, la cual desembocó en la creación de la Coalición Jubileo 2000, que en la actualidad agrupa a más de 70 organizaciones, entre ellas, Christian Aid, CAFOD, Oxfam, Tear Fund, Federación de Institutos de la Mujer, Ayuda en Acción, Alianza Nacional Negra, etc, y actúa en más de cincuenta países del mundo. La principal pretensión de Jubileo 2000 es la cancelación, para el próximo año, de la parte impagada e impagable de la deuda externa de los países subdesarrollados. Pero este objetivo apunta, también, al reconocimiento de la responsabilidad tanto de acreedores como de deudores y busca soluciones para evitar que la acumulación de estos niveles de deuda se pueda volver a repetir. ¡Comunismo! Dirán algunos. ¡Robo! Gritarán los dueños absolutos del universo. No. Se trata de una sencilla, justa y cristiana propuesta que debería ser acogida, sin mayores consideraciones por acreedores y deudores, es decir por todos los culpables de ésta crítica situación de subdesarrollo que padece la humanidad. Porque para nadie es un secreto que el sobreendeudamiento del tercer mundo, iniciado a principios de la década de los sesenta y convertido en bancarrota total a lo largo de la década de los ochenta, es hoy la causa, casi única, de la miseria e inviabilidad de todos los países "con oferta ilimitada de mano de obra y recursos naturales" o "Heavily Indebted Poor Countries", como llaman ahora a las naciones del hemisferio sur. Máxime cuando sabemos que gran parte de esos billones de dólares prestados por la Banca Comercial Privada o por la Banca Multilateral fueron a parar a bolsillos privados, por obra de la corrupción, o terminaron comprando todo el armamento militar que jamás sirvió para nada bueno. Y mucho más, si sabemos que por esos billones de dólares pagamos "intereses fluctuantes" que sólo han aumentado y aumentan por ¡la decisión unilateral de los acreedores!
Por todo esto, hombres y mujeres del mundo: ¡unios al jubileo 2000! ¡Es palabra de Dios!

Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com





































Registro automático