Misionologia 60
Indudablemente que fueron muchos más los asuntos que se trataron en este maravilloso y sorprendente curso de Misionologia, con un total de 42 horas de clases. Y para poder recibir el diploma en este curso se tenía que presentar un trabajo final. Eran varias las opciones, y una de ellas era hacer una - síntesis comentario - de algún libro relacionado con el tema. En mi caso, yo elegí un pequeño libro del padre José L. Idigoras, de titulo “La Iglesia misionera”
A continuación quiero compartir con todos los que han seguido la lectura de las transcripciones de las grabaciones magnetofónicas del curso, - en las cuales están plasmadas, todo lo que dijeron a lo largo del curso los diferentes profesores que se encargaban de cada tema en particular – El trabajo final lo presenté de la siguiente manera:
Curso: Misionologia
Titulo: ‘Iglesia misionera’ Síntesis comentario del libro del padre: José L. Idigoras
Nombre: Andrés Arbulú Martínez.
Índice:
Capítulo primero: Dimensión universal de fe.
Capítulo segundo: Dificultades contra la misión hoy.
Capítulo tercero: Misión trinitario y misión eclesial.
Capítulo cuarto: trayectoria misionera de la Palabra.
Capítulo quinto: Espíritu Santo e Iglesia misionera.
Capítulo sexto: Encarnación misionera y redención.
Capítulo séptimo: La obra misionera.
Capítulo primero: Dimensión universal de fe.
Debemos comprender, si el mensaje de salvación, es dirigido a mi o para todos los hombres de la tierra. Hay entre nosotros una tendencia un tanto egoísta del cristianismo, que nos lleva a considerarla sin duda como la más plena, y salvadora de las religiones. El cristianismo se extiende a todas las razas, culturas y lenguas, la Iglesia no puede reducirse a una secta cerrada.
Debemos tener en cuenta que hay religiones, estrechamente ligadas a una determinada cultura con la que forman una simbiosis inseparable y la noción de misión, o desaparece totalmente o adquiere un sentido muy diverso. Y nadie podrá negar que haya ahí un problema muy profundo que interpela hoy en forma aguda todo el misional cristiano.
Frente a esas formas religiosas que renuncian a la universalidad. Lo original del cristianismo es que pretende ser a la vez universal e histórico, es decir destinado por igual a todos los hombres y culturas. De esta manera Cristo se nos presenta en el orden real de los hechos históricos y no como una mera idea filosófica del hombre ideal.
El Islamismo es también una religión histórica que está vinculada a la historia concreta de Mahoma en su tiempo y en su cultura, pero en ninguna religión es tan esencial, la dimensión humana y concreta del fundador, como es el cristianismo, ni tan fundamental su universalidad para la propia comprensión del mensaje. (1 Tim. 2,4), (Jn. 14,6).
La Iglesia que es portadora de los misterios de salvación de Cristo, está destinada a todos los hombres. (Mt. 28,18ss).
Si la salvación estuviera dirigida con exclusividad a un pueblo o a una cultura, como es el caso del Antiguo Testamento, nos sería difícil imaginar a Dios con su bondad absoluta. Puebla nos dice: “Nuestro radical substrato católico con sus vitales formas vigentes de religiosidad, fue establecido y dinamizado por la vasta legión misionera de obispos, religiosos y laicos. Está ante todo la labor de nuestros santos como Toribio de Magrovejo. Rosa de Lima, Martin de Porres, Pedro Claver, Luis Beltrán y otros”
Hoy se empieza a vivir de nuevo la llamada misionera del Concilio Vaticano II, en todo el mundo y con novedad inédita en América Latina. Eso quiere decir que se están superando algunas de las dificultades que se habían propuesto en la etapa posconciliar. Por eso hemos de pasar una breve revista a algunas de esas dificultades que se han popularizado bastante. Pues solo de su solución podrá brotar una conciencia misionera firme y entusiasta y juzgamos que esa es hoy un tarea urgente para nuestro pueblo.
Andrés Arbulú Martínez
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