¿Son fiables los Evangelios? 08
Por lo tanto es muy importante que entendamos que le cristianismo se pone en el mundo, no afirmando un doctrina, sino anunciando un hecho, que es un hombre, que dice ser el Dios hecho carne, el misterio hecho carne. Esto a mi modo de ver es fundamental, radicalmente fundamental. Porque nosotros con quien tenemos que hacer las cuentas, no es con una doctrina cristiana, sino con Jesús. Es más el verdadero cristiano ¿Qué quiere decir cristiano? Discípulo de Cristo.
La palabra discípulo muchas veces la entendemos a un modo intelectual, pero no es así como lo insinúa la historia. Los discípulos de Jesús no eran los que aprendían solamente las cosas que decía Jesús, eran los que Vivian con El. Lo que le seguían, los que estaban con Él.
El cristianismo solamente sucede cuando uno reconoce a Jesús y se adhiere a Él. Tiene esta relación, establece este vínculo, y de aquí se deriva que todo lo que el hombre hace, tiene que ver con ese hombre llamado Jesús de Nazaret. El cristiano se pone en el mundo diciendo que: el tiempo libre, el amor, la relación sexual, la política, el estudio, tiene que ver con Jesús. La verdad de todos es Jesús.
Porque, yo no sé, es muy importante que entendamos, que nosotros nos hemos hecho cristianos, al menos yo, no porque me gusta la doctrina de Jesús. Si no, porque él me ha dicho, para tu poder vivir humanamente a la altura de tus deseos, tienes que seguirme. Tienes que ser discípulo. Por lo tanto, y soy cristiano, porque primero seamos reales ¿Quién de nosotros puede por sus propias fuerzas, vivir la vida humana, como lo desea? Yo siempre pongo el ejemplo de las relaciones de amigos, o de las relaciones de matrimonio. ¿A quién mas quiere uno, que a la esposa o a la novia, o al novio? Yo desearía tratarlo bien, verdaderamente no ocasionarle ningún daño, y hacer posible además, que la vida de esa persona se cumpliera, fuera feliz. Y sin embargo cuanto dolo, cuanto sufrimiento, cuanta violencia tenemos en el trato con las personas queridas.
Es evidente que el deseo de querer bien a esta persona. Yo no lo puedo, o sea, no está en mi capacidad de hacerlo. Y lo mismo podríamos decir, el tratar a todos con justicia, etc. Quiero decir, el hombre es un ser paradójico, porque es el único entre comillas “animal” de la creación, que no tiene en si la capacidad de ser a la altura de lo que desea.
Y Cristo viene al mundo diciendo: “Yo te cumplo este deseo”, “Yo hago posible que vivas a la altura de tus deseos”, por eso me hago cristiano yo, porque en el cristianismo, es posible la vida humana, en toda su grandeza, en toda su plenitud, en toda su belleza. Lo dice Jesús en el Evangelio: “Quien me siga, tendrá cien veces más, en esta vida y en la vida eterna” Me dirán ustedes, si no nos interesa una propuesta de este tipo. A quien no le interesa tener una amistad cien veces mejor, que la que suelen tener todos, sino siguen a Jesús. O cien veces amor mejor a la persona amada, o cien veces trabajar mejor, o cien veces divertirse mejor. Esto es lo que hace razonable nuestra adhesión al cristianismo. En esto está el cumplimiento.
Ahora bien, si esto es así, el cristianismo tiene que ver con la vida humana, tiene que ver con todo, hasta la política, y estos señores lo que están pretendiendo, es hacernos creer que le cristianismo es solamente algo espiritual. Es decir algo que no tiene que ver nada con la vida.
Son dos puntos distintos, esta división que ha introducido de modo teórico la vida moderna, la cultura moderna, y es que la fe no tiene nada que ver con la razón, el cristianismo no tiene nada que ver con las cosas concretas. Es simplemente esta figura espiritual.
No me extraña que los cristianos que se han tragado esta mentira, poco a poco al final deriven de su cristianismo hacia religiones orientales, yoguitas, budistas, confusas, en que abundan tanto por desgracia. No, el cristianismo es el hombre, es la carne, carne. Ya lo decía Irineo contra los gnósticos: “El perno de nuestra salvación es la carne” La carne de Jesús.
Apócrifos, viene de – apocripto – críptico, secreto. Es toda una literatura que se difundía en ciertos círculos, y que la Iglesia no reconoció como trasmisora de la regla de fe. No trasmitía la experiencia genuina que tuvieron los discípulos con Jesús. Esta literatura apócrifa, fue rechazada por la Iglesia en gran parte por esta no-trasmisión de esta experiencia original de lo que era el cristianismo.
Pero hay una literatura apócrifa que no es herética, pero que la Iglesia la ha rechazado también, porque no trasmitía hechos históricos. Pongo un ejemplo llamativo, y es el proto evangelio de Santiago. Es más toda la imaginería, pintura, incluso dos fiestas litúrgicas provienen de lo que dice este evangelio. Pero la Iglesia nunca lo ha reconocido como canónico, porque allí lo que se cuenta es leyenda, no es historia. Y los Evangelios tienen que ser testimonios históricos de lo que sucedió con Jesús. Son apócrifos también porque no recogen la tradición apostólica, fueron escritos mucho después de los Evangelios Canónicos, y porque además no fueron reconocidos por toda la Iglesia.
Continua.
Andrés Arbulú Martínez
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