Semana Nacional de Liturgia 26
Hay un directorio de las misas con niños de la Congregación del Culto Divino, no recuerdo exactamente pero me parece que es al finalizar los 60, y ahí ponen muchas posibilidades en la participación de los niños en la Eucaristía, ¿Qué es lo que se puede hacer? Además es un documento muy pedagógico para tenerlo en cuento en todas las celebraciones en las que participan los niños.
De los laicos que sirven o son ministrantes, o ministros extraordinarios de la comunión, etc. Hay que decir que eso debe estar determinado en la Conferencia Episcopal, por lo tanto eso es algo que corresponde al Señor Obispo en su diócesis, el terminar si llevan los ministrantes túnica o no la llevan, si el lector tiene que ponerse túnica, generalmente no, ni el que canta el salmo responsorial, preguntas que van con relación al coro. El coro tiene un director, y es conveniente que el director pertenezca al equipo de animación litúrgica, y no que el coro va por su cuenta y el equipo va por otro, es necesario que haya esa unión.
El culto de la Eucaristía, fuente de la Misa.- Sabemos que el culto eucarístico, tiene dos momentos, el más importante es la celebración de la Eucaristía, pero también existe el culto a la Eucaristía fuera de la Misa, ese culto tiene muchas expresiones, que pueden ser la exposición del Santísimo. Lo que llaman las 40 horas. También las procesiones eucarísticas, los congresos eucarísticos, etc. Es una manifestación de fe ante la presencia de Cristo en la Eucaristía. Pero si la Iglesia guarda la Eucaristía, es con la finalidad concreta del viatico, y para la comunión a los enfermos, pero mientras la Iglesia guarda la Eucaristía esa misma Iglesia, adora, venera, y reza delante de ese Misterio que es la Eucaristía permanente entre nosotros.
Por la brevedad de esta hora, y de la anterior, he estado leyendo casi todo el rato, pues voy a leer y no leer, (risas) Primero de todo, es la documentación sobre el culto a la Eucaristía, lo encontramos primeramente en Pablo VI, en la Encíclica “Misterium Fidem” del año 1965, la Instrucción “Eucaristicum Misterium” del año 1967.
“El ritual de la sagrada comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la Misa”.- Del año 1973, y en ese documento me voy a entretener. Posteriormente el Papa Juan Pablo II, ha escrito la carta “Dominice Ene” del año 1980, y por ultimo “La instrucción Inestinadu Domun” del año 80 también. Son documentos que hablan de la Eucaristía en general, pero tienen un apartado, con relación del culto a la Eucaristía fuera de la Misa.
Primero de todo en este documento que hemos mencionado, del ritual de la sagrada comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la Misa, encontramos examinando bien ese documento, encontramos tres palabras que son clave: Amnannesis, Emmanuel, y Maranata.
Amnannesis, es memorial, “Haced esto en mi memoria”, Emmanuel, Dios con nosotros, Maranata, Ven Señor Jesús. Tres palabras que son claves. Cuando nosotros nos postramos ante el Santísimo, sobre todo cuando es expuesto en un acto comunitario, ¿Cuál ha de ser nuestra actitud?, ¿Qué debemos y hemos de hacer delante del Santísimo expuesto?
Después del Concilio, pues parecía que todo tenía que ser liturgia, y se olvidó un poco la piedad popular, y la exposición del Santísimo quedó a un lado, se hacía raras veces, pero en estos últimos años, con este empuje y testimonio del Papa Juan Pablo II, con relación a la Eucaristía, y los documentos que nos hablan del culto a la Eucaristía fuera de la Misa, fue que ha ido resurgiendo en nuestras parroquias, y comunidades cristianas, el Espíritu Eucarístico. Este es un signo de los que decíamos antes de esa cultura eucarística.
¿Qué se hace cuando se está delante del Santísimo?, ¿Puedo rezar una novena a un santo?, ¿Puedo yo leer libros espirituales estando el Santísimo expuesto?, ¿Puedo yo dedicarme a mis oraciones particulares estando Cristo presente ante el Santísimo? Es decir que nosotros, si se hace la Exposición, todos los elementos integrantes de ese momento de la exposición del Santísimo, tienen que ser elementos eucarísticos.
Continua.
Andrés Arbulú Martínez
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