Prestamistas: La opción Anti-Crisis
La alerta ha llegado: La agencia de análisis de riesgos Moody´s investor Service eleva considerablemente el nivel de deterioro de la economía bancaria española y su necesidad de efectivo-liquidez , lo cual obliga a los bancos a forzar las ejecuciones hipotecarias que antes permanecían latentes en las sucursales sin pasar al departamento de recuperaciones, y posteriormente a jurídico.
Las cifras son desesperanzadoras, dicen, que solamente en el primer trimestre del 2010 hubieron 27.561 ejecuciones hipotecarias, y no paran de aumentar a un ritmo vertiginoso, si esto lo comparamos con años anteriores, en 2008 eran más elevadas respecto al 2009, esto era irreal, pensábamos que disminuían, con el tiempo, pero estaban latentes, a la espera de capital para aprovisionar por parte de los bancos al Banco de España, que al parecer ahora comienzan a depositarlo. Ahora llega la auténtica crisis.
La solución más habitual para estos clientes, que por impago de sus cuotas de hipoteca podían perder su más preciada posesión era el cambio de entidad financiera, que ya imposible por su incorporación a ficheros de morosos o bien la venta rápida de la misma, pero ahora ante la problemática de ventas que existe en todo el país por exceso de viviendas a la venta, según los datos del Banco de España, los bancos y las cajas de ahorros tienen en su poder un parque inmobiliario valorado en unos 20.500.000.000 de euros.
Las personas con problemas financieros que ve imposible su acceso a bancos, ya que como comúnmente decimos “han cerrado el grifo” optan por otras vías más rápidas y menos convencionales, pero no por ello menos eficaces como son los prestamistas.
Es una figura que en estos tiempos, son la salvación de muchas familias y empresas españolas, son la única opción ante el ahogo económico que sufren a diario y puede llevarles a la ruina total, no solamente a causa de las deudas contraídas con bancos y cajas sino también con entidades estatales que abruman con sus intereses, nos referimos a Hacienda y Seguridad social, que son las más temidas ya que su rapidez de cobro y embargos son fulminantes.
Sienten que el cerco se estrecha y nadie les quiere financiar y menos aún negociar esas facturas impagadas por parte de otras empresas, pequeñas y medianas, incluso de Ayuntamientos, pues bien, los prestamistas en estos casos son los únicos que les tienden la mano y les ayudan a salir de ahí.
Regulados con la nueva ley, los prestamistas son imprescindibles en estos momentos, ofrecen paquetes de servicios jurídicos y de estudios financieros para estudiar la solución a sus problemas y determinar la viabilidad de las futuras operaciones financieras que necesita su cliente.
La nueva ley establece un comportamiento de los prestamistas parecido al bancario en lo que se refiere a protección del cliente, es decir ofertas vinculantes, prestamos ante notarios y unos tipos de máximos de interés fijados por ley.
La nueva generación de prestamistas nada tiene que ver con la imagen de usura que conocimos antaño, son empresas de profesionales financieros, preparados y a disposición siempre de su cliente.






































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