Las feromonas y los perfumes
Mucho se habla, y a veces sin tener muy en claro los datos científicos y los hechos, acerca de los verdaderos efectos de la feromonas en el comportamiento humano, y específicamente, sobre cómo emplear estas sustancias en la elaboración de perfumes. Las feromonas son un hecho científicamente comprobado. Se trata de sustancias químicas, particulares a cada especie, presentes tanto en el reino animal como vegetal y cuya finalidad es la de atraer a la especie opuesta con el fin de la fecundación y la propagación de la especie. Los mensajes de las feromonas no son sólo exclusivamente sexuales, pues pueden querer transmitir otras situaciones. El hecho es que las feromonas causan un cambio en el comportamiento del resto de los miembros de la especie.
Podemos pensar que las feromonas son un tipo de mensaje químico, que busca unir al macho y la hembra por medio de señales particulares a cada especie. Como ejemplo podemos citar algunos tipos de mariposas, en las que el macho puede oler a la hembra aún cuando estén separados por 20 km. Otra especie que también emplea este mecanismo son las abejas. Las glándulas se encuentran debajo del abdomen, y en consecuencia al volar y agitar sus alas también esparcen mensajes químicos particulares. En este caso, el mensaje no es sexual sino que buscan, por ejemplo, dejar de producir abejas reinas. Las hormigas también se manejan con feromonas.
El lenguaje popular refleja la sabiduría de las feromonas, cuando se dice que una pareja "tiene química". Eso que sentimos cuando la otra persona nos es tan familiar, y despierta sensaciones en nosotros que no podemos explicar desde la lógica, podría deberse a la existencia de la feromonas. El empleo de la feromonas en perfumes data del antiguo Egipto. La técnica de fabricación con feromonas era sumamente curiosa. Se tomaba el sudor de algunos hombres seleccionados y se lo agregaba a la formulación de los perfumes. Los egipcios se habían dado cuenta de que determinados "sudores" contenían sustancias que parecían ser afrodisíacas para las personas.
A pesar de que existen numerosos estudios científicos tratando de demostrar la existencia de la feromonas en los seres humanos, la comunidad científica no termina ponerse de acuerdo sobre este punto. Sin embargo, es lógico pensar que el ser humano no es más que otra especie animal, y que es perfectamente posible que existan determinadas sustancias que generen ciertos comportamientos, entre ellos la excitación sexual. A partir de esta noción, numerosos perfumes de primerísima marca suelen emplear feromonas en su elaboración.

Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com, tu tienda online de perfumes y cosméticos.





































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