¿Cómo eliminar miles de bombas atómicas?
En 2007 la prensa sacó a la luz una gran catástrofe ocurrida en 1957 de la que nadie sabía nada y que Rusia silenció, se trataba de la planta de técnica nuclear de Majak, en el curso alto del río Ob en Siberia occidental; ahora es el lugar más radioactivo de toda la Tierra.
Por otra parte los americanos realizaron 210 experimentos en la atmósfera durante la llamada Era Kennedy y en 1962 se realizó un experimento llamado Starfish Prime que consistía en explosionar una bomba atómica a 400 kilómetros de la Tierra, con el que se quería comprobar que efectos se producían en la Tierra tras la explosión. Ese tipo de pruebas libera una radioactividad de tipo Gamma, que dispara al aire electrones que luego se precipitan sobre la Tierra, donde puede causar distorsiones en aparatos eléctricos. De hecho el resultado de aquel experimento fue entre otros, que en un radio de 1300 Km. dichos aparatos dejaron de funcionar.
Los rusos por su parte realizaron menos experimentos nucleares en la atmósfera, pero en cambio cuentan con el record, puesto que hicieron explotar la mayor bomba de toda la historia “la bomba del Zar”, una bomba de 58.000 kilotoneladas. Para que nos hagamos una idea, la bomba de Hiroshima solo tenía 12 kilotoneladas. La detonación fue tan fuerte en la atmósfera que la onda expansiva recorrió toda la Tierra, de hecho la potencia de la bomba del Zar, fue 30 veces superior a todas las bombas juntas lanzadas en la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, si ahora se llamase de pronto al desarme nuclear total, tendríamos un serio problema: qué hacer con todo ese material radioactivo contenido en las miles de bombas y qué hacer con las 1300 toneladas de Uranio concentrado y las 1000 toneladas de Plutonio.
Pero como en todas las épocas en las que las personas se han alejado de una ética y una moral elevadas, Dios se ha manifestado a la humanidad a través de profetas y personas iluminadas, a través de las cuales ha dado advertencias sobre los efectos que se dibujan en el horizonte en forma de nubarrones, que no son otra cosa que las causas creadas por los hombres. En la actualidad esto no es diferente, pues Dios se manifiesta desde hace 36 años a través de Gabriele, Su profeta y mensajera, quien advirtió de los peligros de la radioactividad y de los experimentos nucleares para el ser humano.
A pesar de ello los experimentos nucleares siguieron realizándose, y la energía nuclear sigue jugando un papel importante en el presente así como la industria armamentista nuclear a pesar de que han pasado veinte años de la Guerra Fría. De hecho a través del Nuclear-Information-Projekt, sabemos que en el mundo existen todavía 10.300 armas nucleares listas para el combate y 20.000 bombas nucleares almacenadas, es decir, un arsenal enorme. De hecho la Hanford Engineering Works, sigue siendo una gran fabrica de armamento nuclear a orillas del río Columbia en Washington, la que almacena millones de metros cúbicos de residuos nucleares de larga duración y media tonelada de plutonio. Que duda cabe de que vivimos encima de una bomba de relojería lista para explotar.
Radio Santec
Teresa Antequera Cerverón
73891412-W
www.randio-santec.com
Registro automático