Los Préstamos Rápidos
Hoy en día cuando la gente oye hablar de préstamos rápidos imagina el típico anuncio en el que una persona llama por teléfono y un genio le lleva el dinero instantáneamente. Tan fácil y sencillo que parece que no hay que devolverlo. Mucha gente los usa para comprar la nueva nespresso o para hacerse con un televisor de plasma que presida el salón para cuando vengan las visitas.
Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Primero hay que comentar que una gran parte de las ganancias de este negocio provienen de las llamadas que no acaban en crédito, las llamadas de aquellos que no son capaces de leer la letra pequeña que pasa rápidamente por debajo de la pantalla mientras se muestra el anuncio.
También hay que saber que el dinero no te lo dan por la cara bonita o por saber marcar bien el número de teléfono. Interesa saber cuánto gana uno al mes, si es que trabaja. Dónde y con quién vive, su estado civil y los números que figuran en la cuenta bancaria, no sólo los que identifican la cuenta sino los que van seguidos del símbolo “€”.
Si usted es un camarero que trabaja eventualmente, percibe unos 500€ mensuales y vive con su padres no le darán un crédito de 1.500€, aunque tenga un plazo para de devolverlo de 3 años.
Resulta que los mismos que hace 4 años eran capaces de dar dinero para un Audi a un obrero recién contratado ahora no se lo dan a un notario. Los créditos parecen estar ahora diseñados para aquellos que no los necesitan. Es ahora cuando más ayuda necesitan las personas que tienen deudas. Aquellas que por ser morosas no son “fiables”. Es ahora cuando se necesita de una Banca y unas instituciones financieras responsables.
Desde los propios particulares, conocidos con el nombre de capital privado, han tomado la iniciativa de ofrecer préstamos a aquellas personas que puedan ofrecer como aval una vivienda propia, de un familiar o de un amigo. El interés es del 20%. Puede parecer elevado pero los particulares son más vulnerables a los impagos e incertidumbres de una deuda que los Bancos. Son ellos los que se ofrecen préstamos a personas con deudas ya contraídas e incluidas en listas de morosos.
Es tiempo de medir las fuerzas y andar con pies de plomo. Para la mayoría de los españoles el reto está en no perder lo que tienen más que en incrementarlo. Sea cauto, pague lo que debe y que no le pillen en fuera de juego.
Para acabar esta reflexión es necesario que no se olviden las dificultades vividas y no caer en los errores del pasado, pensar que somos ricos cuando no lo somos.
Prestamos Rapidos
Registro automático