El futuro de la facturación
El mundo 2.0 y todo lo que le rodea le da miedo a mucha gente. Suponemos por desconocimiento, ya sabemos que lo desconocido asusta, pero si nos acercamos a él con visión de futuro nos podemos dar cuenta de que en muchos sectores nos será de una gran ayuda. Los adelantos que conlleva no serán muy útiles. Adelantos e innovaciones como el de la factura electrónica.
Hasta hace poco en el campo de la facturación básicamente existía una forma de facturar. El vendedor quedaba con el cliente y le daba una factura en papel para que quedara constancia de la transacción. También, la factura podía ser enviada por correo convencional pero, en cualquier eso, el papel era el material predominante (y único).
Sin embargo, ahora existe una variante. Disponemos de otra posibilidad que por diferente nos parecerá sospechosa pero que si sabemos utilizarla sus bondades nos serán evidentes. Aquí vamos a hablar de alguna de ellas:
1. A través de programas de gestión, muy fáciles de usar, se puede mantener fácilmente la facturación al día, controlando así de manera mucho más eficiente los impagos y elevando la posibilidad de reducir la morosidad.
2. Al ser electrónica, podemos entregar la factura dónde y cuando queramos. No es preciso estar frente al cliente para dársela en mano. Podremos enviarla cuando queramos y el cliente la verá en cuanto le llegue.
3. Por la misma razón anterior, es electrónica, no tendremos que usar el correo convencional para enviar nuestras facturas por lo que reduciremos costes en servicio postal.
De esta forma (puntos 1, 2 y 3) ganaremos tiempo, mejoraremos la gestión de la facturación y reduciremos costes a la larga. Quizás al principio tendremos que hacer algún curso de aprendizaje (dependiendo de nuestra pericia para manejar los programas de facturación) pero a la larga esta opción redundará sin duda de forma muy positiva en nuestro negocio.
4. Y, por último, aunque no por ello menos importante, al pasar del papel al mundo virtual estaremos ayudando al medio ambiente. Es sencillo, cuanto menos papel se use, menos árboles tendrán que ser talados. De esta forma, preservamos la biodiversidad y, no nos olvidemos, estaremos cuidando nuestro planeta para las generaciones futuras.
Consideramos que los anteriores son puntos lo suficientemente elocuentes como para ver las bondades de la factura electrónica. Pero, de todas formas, lo mejor es probarla y después comparar.
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