Las oportunidades de la facturación electrónica
Cuando pensamos en facturación es probable que nos imaginemos un departamento contable rodeado de papeles, de facturas (y si queremos hacer la imagen más retro) de aquellas calculadoras blancas de tamaño extragrande. Pero, al igual que estas últimas son cosas del pasado, el resto de la imagen también debería serlo. Y es que el futuro es la facturación electrónica.
Lo primero de todo hay que aclarar un concepto, o por lo menos sentar ciertas bases: el futuro da miedo. Lo sabemos, pero eso no quiere decir que no podamos hacer nada para situarnos mejor para cuando llegue. “El tiempo pasa y es implacable” o “renovarse o morir”, son frases tan manidas como veraces, por lo menos en un sentido importante.
Es cierto que muchos departamentos contables, y más si hablamos de un autónomo que lleva sus propia facturación, tal vez no estén actualmente preparados para abordar el cambio de paradigma pero es igual de cierto que tarde o temprano tendrán que hacerlo, así que cuanto antes mejor.
Está claro que nos referimos sobre todo a pymes y autónomos, cuya contabilidad es reducida y tratan de reducir gastos por donde sea. En este caso, si bien pasar a la facturación electrónica puede suponer un incremento del gasto a corto plazo, a la larga va a ser sumamente beneficioso, en todos los aspectos.
Primero porque existen programas de facturación electrónica que hacen muy viable esta opción. Así que la adaptación probablemente sea más rápida y eficaz de lo que se pueda pensar. Y segundo por las bondades inherentes a la factura electrónica, que supone una reducción importante de tiempo y dinero.
Por un lado se reduce tiempo porque al ser electrónica, se puede enviar la factura desde cualquier lugar y a cualquier hora. No se hace necesario desplazarse para entregar en mano al cliente la factura correspondiente.
Por otro, por el lado del coste económico, se ahorra en costes de desplazamiento y/o en envíos postales. Enviar un mail es gratuito, no así un envío postal. Y si hablamos de cientos de envíos anuales, pues estamos hablando de un pico importante.
Tampoco hay que olvidar que reducir el uso del papel es un imperativo moral y crucial para acabar con la tala indiscriminada de árboles.
La facturación electrónicaes una revolución en la administración de cualquier empresa. Pero, para las dudas, lo mejor es probar y decidir cada uno por su propia cuenta.
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