España va a adquirir los helicópteros MH-60R para satisfacer las exigencias de la lucha antisubmarina
El almirante Teodoro López Calderón, el jefe del Estado Mayor de la Armada Española (Ajema), llamó la adquisición posible de los helicópteros estadounidenses "una solución transitoria" durante su discurso en la conferencia online organizada por la empresa estatal española de construcción naval Navantia el 18 de junio.
La Armada Española cuenta con 12 helicópteros antisubmarinos SH-60B Seahawk al promedio de 24 años de antigüedad, así como tres unidades de modelo F al promedio de 19 años.
Calderón dijo que los helicópteros actuales están "cerca del final de vida operativa", y las crisis económicas que afectaron el país en la década pasada provocaron un parón en la renovación del material "de unos ocho años".
Así, hasta el año 2034 no habrá nuevos NH90 para la misión antisubmarina lo que, según él, significa "15 años sin" capacidades.
Ante este panorama, Madrid "no tiene más remedio que ir hacia una solución intermedia" del problema lo que "podría ser el helicóptero MH-60R".
Los documentos de la adquisición posible fueron hechos y entregados al Ministerio de Defensa. No obstante, el almirante no explicó si se trataba de los helicópteros de segunda mano de la Armada Estadounidense o de las unidades nuevas prodicidas por el órgano de ventas del Ministerio de Defensa de EE. UU.
El ejército español ya cuenta con NH90 para las misiones de transporte de tropas con orden inicial de 22 helicópteros. Fueron entregados en 2019 por el contrato de 23 unidades con coste de €1.38 mil millones ($1.55 mil millones) según el cual la Armada recibirá siete unidades usadas que reemplacen los Sikorsky H-3 Sea King.
La llegada está prevista entre los años 2023 y 2029, dice Calderón, aunque, según él, la Armada está por ampliar la flota hacia 13 NH90 "lo que suelva el problema de helicópteros de transporte".
Además de eso, Calderón destacó que la Armada tendría que pensar en el reemplazamiento de 11 Boeing AV-8B Harrier los que terminan su servicio en los años 2027-2030.
Sin dudas, el Ajema dijo que no hay muchas alternativas destacando que si la Armada quiere mantener la capacidad aérea en despegue y aterrizaje vertical, el único variante que pueda satisfacer este criterio es el modelo B del Lockheed Martin F-35.






































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