Neuralink: el siguiente paso de la interacción humano-maquina

Desde la antigüedad el ser humano ha ansiado poseer más poder mental para conocer, comprender y manejar lo que le rodea, valiéndose de su conocimiento científico y tecnológico, los avances que desarrolla al paso del tiempo le brindan mejores artefactos, con los cuales es capaz de resolver más problemas de formas más agiles o eficientes. En la actualidad los teléfonos inteligentes son la herramienta más popular que puede adquirirse a un costo razonable y por su gran versatilidad permiten gestionar nuestras vidas de manera formidable teniendo todo al alcance de nuestras manos pero, ¿qué pasaría su ya no tuviésemos que usar las manos para dotarnos de dicho poder?, ¿qué pasaría si pudiésemos curarnos de padecimientos con tan solo pensarlo?. ¿qué pasaría si pudiésemos perpetuar nuestra conciencia?.

Estos paradigmas ahora tienen un determinativo y se conoce como “The Link” de la empresa Neuralink, el cual en su versión 0.9 corresponde a una tecnología emergente que consiste en un dispositivo situado detrás de la oreja, que con un rango aproximado de 10 metros y con una duración de aproximadamente 12 horas, promete conectar al cerebro humano con diversos dispositivos. Con él se podrán gestionar dispositivos con el pensamiento, además de revolucionar a la medicina moderna solucionando también problemas de salud como la pérdida de memoria, insomnio, depresión, ansiedad, daño cerebral, etc., y con la premisa de almacenar nuestras memorias en computadoras, entre otras acciones. Con este proyecto continúa el avance en los dispositivos cerebro-maquina.

Para describir su uso inicialmente se implementa un dispositivo robótico para cirugía que cose hilos nanométricos flexibles en la superficie del cerebro, que se efectuará sin anestesia general en menos de una hora y con la posibilidad de dar de alta al paciente el mismo día de su implantación, lo cual dejaría una pequeña cicatriz imperceptible por ser cubierta con el cabello, conectando al cerebro con un artefacto computacional que es del tamaño aproximado de una moneda.

Con lo anterior se infiere lo siguiente: el ser humano adquiriría una simbiosis con la inteligencia artificial, lo cual propone que las personas conservarían su autonomía a la par que dispondrían de las ventajas de la máquina (como la reducción de errores). El ser humano adquirirá longevidad y la capacidad de perpetuar su conciencia para una vida perpetua desde dispositivos especializados para este fin.

Es preciso mencionar que las pruebas y estudios para dicho dispositivo deben ser exhaustivas considerando los aspectos éticos y morales que ello conlleva como lo es la privacidad, aunque se supone una obtención de diversas ventajas a largo plazo y la solución a problemas de modo drástico.     

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