Cómo caer bien a los nuevos vecinos
Cambiar de domicilio supone un cambio radical que implica, normalmente, un pesado proceso. Este pasa por la búsqueda de la nueva casa o piso, el cambio de los datos postales en el banco o cualquier otra entidad que nos remita correo postal, búsqueda de nuevos centros escolares para los más pequeños de la familia, informarse sobre los servicios cercanos, como hospitales... Y finaliza en la mudanza, que implica empacar, transportar y desempacar de nuevo.
Tal vez esta última fase sea la que para todo el mundo resulta más tediosa, aunque siempre es posible acudir a los servicios de las empresas que se dedican a los traslados y mudanzas para que se encarguen de ello por nosotros.
Pero cuando creemos tener todo controlado en lo que se refiere a nuestra mudanza, descubrimos que no toda la atención se debe centrar en la organización del proceso en sí mismo. Hay algunos otros detalles a tener en cuenta porque pueden afectar, ya no tanto a nuestro acomodo en el nuevo domicilio, como a la futura relación que establezcamos con el vecindario.
¿Por qué tiene tanta importancia el vecindario?
Y, esta no es una cuestión menor, ni mucho menos. Lo lógico es que pasemos muchos años conviviendo con esos vecinos y, una mala entrada, puede hacer que sea complicado establecer unas relaciones cordiales.
Avisa de la mudanza
La primera recomendación es, pues, que no dejemos este tema para el último momento. Antes de empezar a mover trastos y antes de empezar con obras y otras gestiones que pudiesen generar ruidos y otras molestias a los vecinos, tendremos que contactar con ellos y explicarles la situación.
Este paso es esencial para entrar con buen pie en nuestra nueva comunidad. Si se trata de un piso, aún con más razón que si es una vivienda unifamiliar. De hecho, deberíamos hablar con el representante de la comunidad de propietarios para informarle de lo que vamos a hacer, comunicarle la fecha del traslado y solicitar las autorizaciones y permisos que fueran precisos para respetar las normas que tengan establecidas.
Relaciones cordiales desde el minuto 1
Y, seamos educados y amables desde el primer momento. Saludemos a todos los vecinos que nos encontremos desde el primer momento, antes de estar instalados. Mejor que nos vayamos presentando con la mejor de nuestras sonrisas y la disposición de integrarnos de forma respetuosa.
Más información sobre las mudanzas en Argentina: Empresa de mudanzas en una mudanza a Argentina
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