Hercólubus o Planeta Rojo
El autor de esta obra, VM Rabolú, no es un desconocido dentro del mundo de las inquietudes espirituales. Somos muchos los que todavía lo recordamos por sus sabios consejos y por las valiosas orientaciones que de forma desinteresada nos ofrecía a las personas que estábamos dando los primeros pasos en el camino.
Con una infinita paciencia y una didáctica certera resolvía nuestras dudas y nos indicaba la forma de llevar a cabo una labor que toca las fibras mas sensibles del alma humana, aconsejándonos en cada momento lo mas apropiado.
Esta obra, escrita a finales del pasado siglo, es un libro donde VM Rabolú nos muestra de una forma cruda, e incluso descarnada, la crítica situación en que se encuentra la humanidad actualmente. Sin ninguna concesión estética ni a lo ‘políticamente correcto’ se nos muestra la verdad desnuda, esta que no gusta, confrontando nuestro modo de vida con el de otras civilizaciones planetarias mas avanzadas.
El propio autor explica que no es escritor ni pretende ser intelectual, VM Rabolú es un hombre sencillo pero eminentemente práctico. Escribió esta obra postrado en el lecho poco antes de morir. En este libro el lucimiento estético se aparta a un lado para dejar paso a lo que realmente importa: conceptos diáfanos y contundentes de una mente disciplinada en el trabajo interior para ponernos ante el espejo de nuestra triste realidad. La obra es un grito desgarrador para sacarnos de nuestro adormecimiento y emplazarnos a despertar.
En los primeros capítulos, el autor nos señala, con una dialéctica basada en la experiencia directa, los peligros que atenazan al mundo, causados por nuestros propios abusos, y que ponen en grave riesgo a la humanidad tal como ahora la conocemos. No se trata de pronósticos para el futuro sino de un proceso que ya ha empezado y en el que estamos metidos de lleno.
En los capítulos finales, nos enseña las claves para poder superar estas graves adversidades mediante el trabajo interior de cada persona sobre sí misma.
Como dice VM Rabobú en esta obra, no se trata de asustar sino de prevenir, de aprovechar el tiempo que todavía nos queda y no perderlo en cosas ilusorias.
valentinguiaho@hotmail.com
Registro automático