Verdades, mentiras y manipulación informativa
Cada vez es mas difícil distinguir una noticia falsa de una verdadera. Los periódicos y los noticieros nos bombardean cada día con crónicas de lo que sucede en el mundo, pero dependiendo de quién emita la noticia el enfoque puede ser diametralmente opuesto. ¿Cómo saber cual es la verdad?
Los textos cristianos nos dicen: ‘conoced la verdad y la verdad os hará libres’, pero cuando Pilatos preguntó al Cristo cual es la verdad, este guardó un profundo silencio.
La verdad no se encuentra, pues, entre el barullo de lo que unos y otros dicen, opinan o cuentan, sino en el silencio, en la calma y la paz del ‘corazón tranquilo’.
Un antiguo proverbio dice: ‘La verdad es lo desconocido de instante en instante’.
Desde distintos estamentos, tanto gubernamentales como privados se elaboran bulos, noticias falsas o por lo menos manipuladas para provocar una determinada reacción en los individuos que las reciben. Por este motivo cada vez menos personas confían en la información de los grandes medios de comunicación.
Algunos pretenden conocer la verdad porque acceden a fuentes alternativas a los grandes medios de comunicación masivos, pero nada nos garantiza que estas otras fuentes tengan un nivel de fiabilidad mayor que las oficiales. Es sabido que nosotros tendemos a aceptar aquello que queremos oír. Todos tenemos una marcada tendencia a la toma de partido, y aceptamos con facilidad, sin demasiado espíritu crítico, todo aquello que se adapta a nuestra forma predeterminada de pensar, mientras que rechazamos lo contrario. La verdad no está ni en un lado ni en el otro.
Desde el principio de los tiempos se ha manipulado la historia y se han publicado bulos para influir en la opinión pública. Se dice que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, pero esto solo es cierto en las mentes débiles, aquellas que no tienen posibilidad de investigar la realidad y cuya única fuente de información es lo que se dice, lo que les cuentan o lo que se rumorea.
Los seres humanos poseemos facultades latentes que podrían permitirnos investigar por sí mismos y conocer la realidad, pero desgraciadamente estas facultades no se desarrollan en la vida común de la gente. El sistema educativo de los institutos y universidades está dirigido, en el mejor de los casos, a formar buenos ciudadanos, buenos profesionales, pero no presta demasiada atención al desarrollo de las facultades innatas que poseemos.
Aunque nos creamos muy fuertes, mientras el ‘Yo’ se encuentre activo en nuestro interior nuestro ‘Ser’ auténtico permanecerá ausente y por ende seremos demasiado manipulables. Los medios de comunicación introducen en nuestro interior las ideas que luego aceptamos como propias y que constituyen nuestro carácter y nuestro bagaje cultural a través del cual miramos al mundo. Una visión totalmente subjetiva e interesada. Solo el ‘Ser’ puede establecer en nuestro interior el equilibrio necesario para llegar a tener un pensamiento propio basado en la experiencia directa y poder así distinguir lo que es verdadero de lo que son bulos y mentiras.
Todos queremos conocer la verdad, incluso exigimos que se nos diga la verdad, no toleramos que nos mientan, pero en nuestro interior estamos llenos de falsedades. Según algunos expertos cada persona miente alrededor de 200 veces al día. Muchas son mentirijillas de poca monta pero otras son mas profundas y constituyen la fachada detrás de la que escondemos nuestro verdadero temperamento. En los subterráneos de nuestra mente moran los bulos que nosotros mismos hemos creado, los secretos mas recónditos, cosas que no admitiríamos bajo ninguna circunstancia.
valentinguiaho@hotmail.com
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