La Libertad
Es cierto que la potencia de las palabras va más allá de lo que un humano sentando en su “escritorio” puede llegar a comprender una tarde de agosto. Pero lo que quiero compartir, es un sentimiento que me lleva produciendo mucho tiempo, largos debates a cerca de lo que de verdad pueden producir, no las palabras en sí mismo como un conjunto de letras, si no la importancia, o significado que nace de ellas. Y la que más guerra mental me lleva dando, es la sagrada por todos los libros, discursos de pacifistas, o dictadores; visionarios, reyes, o cualquier cuerpo con la capacidad de razonar, que quiere decir “Libertad”
Una apuesta segura, sería jugarse el alma a creer, que todo el mundo contestaría que SÍ, que la libertad es un “algo” positivo. La búsqueda interna y particular de cada ser, que culmina en un mismo pensamiento colectivo “Ser Libre”. Es decir compartido por todos, pero cada uno para si mismo.
Quiero cambiar las tornas un poco, y engrasar los sentimientos con gasolina.
Empezando ( solo un poco ) por la importancia de un concepto abstracto, encerrado entre barrotes gramaticales. La propia palabra, ya carece de su propio significado, puesto que la propia libertad, no es libre. Está encerrada a una serie de normas, que la llevan a pronunciarse de una manera concreta, y con una serie de caracteres, que la transforman en la propia libertad, encerrada en su propia existencia.
Estamos intentando seguir una serie de símbolos, que se juntaron al azar en mil lenguas, con un resultado final igual a cero.
¿A caso es lo mismo, ser libre, que la propia libertad?
Simple, NO
Ser libre es un sueño que se alcanza, particularmente, un deseo propio, casi egoísta, que no todos deberían de tener. Uno busca ser libre (y aquí creo que se encuentra el angulo de inflexión para adentrarnos más en la cuestión), no busca la libertad, porque es un sentimiento colectivo.
Yo soy libre de poder dormir con dos mantas, muchos no tienen la libertad de poder hacerlo.
Quiero ir más allá.
Vamos a crear la sociedad perfecta, donde mujeres, hombres, niños, niñas, y todo tipo de ser con vida, sea libre, “No que tengan libertad”. Creo que todos los resultados nos llevarían al anunciamiento del apocalipsis, una sociedad colapsada, por ser libres de hacer lo que cada uno quisiese. Al fin y al cabo todos serían libres, pero no habría más libertad que la de antes. Simplemente, el que quisiese matar, sería libre de hacerlo, la que quería matar a todos los animales, lo haría, es libre.
Nadie tendría libertad. Sería lo mismo que lo que vivimos ahora mismo, simplemente que las normas, que hubiese o no, se dejarían de lado.
¿Quiero decir con esto, que son las normas las que nos están frenando a poder alcanzar esa tan ansiada libertad?
Lo que las normas hacen, son restringirnos la posibilidad de ser libres, no la de encontrar la libertad.
Nunca tuvimos la libertad de poder volar; inventamos aviones
Nunca tuvimos la libertad de poder ser más rápidos que algunos animales, creamos transportes
Siempre tuvimos la necesidad querer más… En la fauna, cuando no quieren comer más, no comen más y ya.
Quizás todas, nuestras acciones, son intentos de superación, de nuestra propia evolución, o de la naturaleza, pero a paso que más nos alejamos de la nuestra, más lejos encontramos la libertad.
La física no nos deja volar
No podemos vivir en el espacio sin una serie de equipamiento
Sabemos que el universo es infinito, y aun seguimos encerrados
A lomejor, lo que pasa, es que la libertad, es un concepto mayor a nosotros, como para muchos lo es Dios, como para mí, lo es el cosmos. Y es una utopía que casi no somos capaces ni de imaginar, aún teniendo la posibilidad de ser niños.
Quizás ellos sean los únicos que son capaces de comprender que tienen libertad en común, y son libres de compartirla con los otros niños.
Quizás lo que buscamos, no sea tan complicado
¿No?
Vivir todos y todas en paz, donde reine el amor, donde gobiernen los sentmientos, y vuelen los niños.
Quiero encontrar esa nueva palabra, que simbolice lo que nos hace creer la libertad lo que es. Pero hasta encontes, que cada uno, piense que no es libre, y busque la libertad de todos.
Yo seguiré creyendo que ya la dejamos atrás (de hecho, hace dos parrafos, cuando simplemente, he encontrado la libertad de entregarsela a los niños)
Hasta entonces, yo seguiré creando palabras al azar, que nos hagan despegar un rato de la Tierra, y no atrevernos a aceptar: Que mientras no encontremos humanidad en los humanos, jamás aceptaremos que encontramos la libertad hace mucho ya.
Y hasta entonces, seguiremos buscando esperanzas falsas, para ocultar los desastres de la existencia
Y nadie querrá aceptar que nuestra libertad empieza, donde terminan los sueños y esperanzas, de los y las que de verdad quieren ser libres.
Con esto quiero decir, que muchos nos quejamos de que no somos libres, cuando aún muchos no saben ni lo que es, que ni sabrán escrbirla. Pero os aseguro, que sin saber de su cuerpo metafisico, la desean cada noche.
Registro automático