El Yen: Gobierno nuevo ¿moneda nueva?
Pocas horas después de conocerse el resultado de las últimas las elecciones en Japón, el pasado 31 de agosto, el yen dio el primer aviso: marcó máximos en su cambio con el euro en más de cinco semanas, con el dólar en siete meses y su valor subió incluso con respecto a las otras 14 divisas más activas del mercado.
Quince días más tarde el nuevo ministro de finanzas anunciaba que: “un yen fuerte es bueno para Japón”. Estas palabras de Hirohisa Fujii, dejaban entrever que, el cambio de gobierno tras más de 50 años de partido liberal, podía dar paso a política monetaria diferente.
El partido demócrata, lejos de las de impulsar a la baja la cotización de su moneda para fomentar las ventas al exterior tal y como muchos esperaban, ha prometido poner más dinero en las manos de los japoneses, en un esfuerzo por modificar una economía dependiente de las exportaciones hacia una que ponga más énfasis en la demanda nacional. De todas formas, los analistas toman estas declaraciones con prudencia. “La economía japonesa, exportadora por naturaleza, obliga a que se tenga un especial cuidado con las fluctuaciones y en particular con apreciaciones del yen. Así, e independientemente del gobierno o de su orientación política, quien opere la política monetaria japonesa debe prestarle mucha atención a los movimientos del yen contra las principales divisas internacionales.”, afirma Juan Dieste, analista de OreyiTrade.
La economía nipona ha sido una de las primeras en asegurar que ha salido de la recesión, después de anunciar en agosto que su PIB había crecido en el segundo trimestre del año el 3,7% en base anual y términos reales. Sin embargo, todavía tiene un difícil camino por recorrer. Su elevado endeudamiento (cercano al 200% del PIB), unido a una creciente tasa de desempleo del 5,7% (un récord para este país) y el preocupante envejecimiento de su población (con el consiguiente elevado gasto social) hacen que muchos duden de que el nuevo partido demócrata gobernante sea capaz de cumplir sus promesas electorales, que incluyen recortes de impuestos y subidas en el gasto social, al tiempo que prometen compromiso medioambiental y ayudas estudiantiles. La ecuación puede resultar compleja. El objetivo es dotar a la población de mayor seguridad para que así esté dispuesto a gastar más y se reactive la economía.
Los inversores se preguntan si el nuevo gobierno permitirá al yen abandonar la volatilidad que le ha caracterizado durante un año y lo cierto es que los últimos movimientos de la divisa no indican que esto sea posible.
En los últimos meses el yen ha robado al dólar alguno de sus habituales roles en el mercado. Ha heredado, por ejemplo, el papel protagonista en los movimientos de carry trade, gracias a los históricamente bajos tipos de interés actuales en Estados Unidos. Según este experto de OreyiTrade “es inevitable. Aprovecharse de los tipos de interés a favor del yen. El carry trade casi ha dejado de ser posible debido a la proximidad de todos los tipos de interés a cero. Así no tiene sentido en este momento decidir comprar o vender cruces con el yen debido a los tipos de interés. Es natural que en el futuro ese rol vuelva a aparecer.”
Ante la actual coyuntura económica desde esta firma recomiendan a los inversores interesados en entrar en este país que apuesten por el sector industrial, el tecnológico y el financiero. En cuanto a compañías, Juan Dieste apunta a Itochu Coporation, Sumitomo Heavy Industries, Citizen Holdings, Kawasaki Kisen Kaisha y Mitsubishi Estate como sus favoritas.
El mercado ofrece a los inversores una amplia selección de instrumentos financieros que incluyen divisas sobre margen, CFDs, Forex, acciones, futuros y opciones, negociables con precios en tiempo real, a través de plataformas de trading, lo que incrementa el éxito de sus inversiones.
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