Las cartas del tarot que presagian muerte

Uno de los temores más difundidos a la hora de concurrir a una tirada de las cartas del tarot está relacionado con los augurios de muerte, o de problemas de salud de un familiar querido, o de nosotros mismos. Por eso, muchos tarotistas antes de proceder a la tirada de las cartas del tarot preguntan “¿Quieres saberlo todo?”. Me parece que esta pregunta invalida la razón misma de proceder a una lectura de las cartas del tarot. Quien ignora, a propósito, qué le depara el destino, pudiendo saberlo, está cometiendo un error imperdonable. Prepararse, anticiparse, a las desgracias o los problemas, sin duda que nos hará sufrir en el presente, pero nos dejará mucho más preparados para lo que acontezca en el futuro.

Hay cartas del tarot que por error se cree que reflejan la muerte, de uno o de un ser querido de manera inequívoca. Y no es así. Muchas cartas del tarot tienen una apariencia atemorizante, pero eso es todo. No necesariamente se pueden querer referir a una muerte física. En muchos casos se trata del fin de una situación, como el arcano XIII, en algunas versiones llamada “La Muerte”, mientras que en otros se le dice “La Transformación”. Este segundo nombre refleja mucho mejor el espíritu de este arcano tan especial dentro de las cartas del tarot. Todas las cosas del mundo están sujetas a las reglas universales de transformación en ciclos, y que una situación finalice, responde a una compleja red de causas, que en gran medida escapan de nuestro control y conocimiento. En estos casos, las cartas del tarot nos pueden querer decir que una situación llega a su fin, una relación, un empleo, o simplemente un estado mental. El consultante puede darse cuenta de algo importante, tener una revelación, que haga que su mundo, su personalidad se transformen.

Otra de las cartas del tarot que atemorizan es La Torre, sobre todo cuando sale invertida. Se la asocia con destrucción, accidentes, imprevistos peligrosos. Y en muchos casos suele ser así. Pero también implica conceptos similares a los de la Transformación, como que algo llega a su fin. La diferencia es que mientras que La Transformación habla de un proceso, la Torre habla de cambios bruscos, irremediables, sin importar lo que la persona haga. Está todo dicho, es la voluntad divina la que se impone en esta circunstancia. El saber aceptar nuestros designios con sabiduría y humildad es el primer paso para superar los inconvenientes.

Las cartas del tarot no determinan nada, ni quieren decir que el futuro esté escrito en piedra. Pero también creer que uno puede tomar decisiones en todos los casos, es absurdo, pues inevitablemente en la vida pasarán cosas más allá de nuestra voluntad. Lo que si podemos hacer es activamente aceptarlas y amigarnos con la situación y superarla o sufrir sin final.

Jesus Mujica

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