Consejos sobre la custodia de los objetos y Enseres Personales en la Separación o Divorcio

 1. Ten cuidado con tus propios papeles y documentos privados

Deberías recopilar todo tipo de documentos y papeles de cara a tu proceso de separación o divorcio. Desde tu Libro de Familia hasta las nóminas de tu pareja podrían resultar de gran importancia de cara a la resolución final.

Como es obvio, deberías conservarlos en un lugar seguro. Y si no tuvieras plena confianza en tu pareja, sería mejor que los guardaras lejos de vuestro domicilio común, donde él o ella no pudiera tener acceso a los mismos. La casa de tus padres o de algún familiar o amigo cercano podrían ser buenas opciones en este sentido.

En el caso de los documentos comunes a ambos, tienes perfecto Derecho a solicitar una copia de los mismos. Y, de hecho, deberías hacerlo si aspiras a que tu separación judicial o divorcio discurra por cauces adecuados a tus propios intereses.

2.  Prepara un inventario sobre tus bienes propios y los bienes comunes a ambos

Sería preciso que reflexionaras sobre el conjunto de los bienes con los que contabais como pareja, determinando a quién podría corresponder su titularidad. Indica con claridad cuáles propiedades podrían corresponderte a ti, bien de manera exclusiva, bien de forma compartida con tu pareja.

En función del Acuerdo prematrimonial que pudierais haber pactado (o si no hubiera ninguno y os rigierais por lo establecido por la Normativa), te corresponderán unos u otros bienes. Identifícalos y recógelos en un inventario con detenimiento de forma que no te encuentres con sorpresas desagradables durante el proceso.

Por otra parte, ten especialmente cuidado con objetos personales de cierto valor que pudieran corresponderte a ti en exclusiva, como joyas, monedas antiguas o colecciones de sellos. Si desaparecieran de vuestro hogar común podría ser muy complicado justificarlos y reclamarlos ante el Tribunal. Por otra parte, podrían ser empleados para presionarte emocionalmente.

Sería conveniente, finalmente, que adjuntaras a dicho inventario fotos de los bienes mencionados en el mismo, o incluso que grabaras secuencias de éstos, figurando en ambos casos la fecha de las tomas realizadas a efectos de facilitar la prueba ante el Tribunal en caso de conflicto.

De este modo, aunque en un momento dado desaparecieran esos objetos, podrías tener a tu favor pruebas fehacientes de que éstos existieron.

Begoña Cuenca Alcaine

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