Moquillo Canino

El moquillo canino es una seria enfermedad causada por un virus altamente contagioso que ataca el sistema respiratorio, gastrointestinal y nervioso de los perros. El virus también infecta lobos, coyotes, zorros, mapaches y otros animales salvajes de la familia canina. Los perros jóvenes son más propensos a esta infección. Los perros adultos pueden también infectarse pero menos frecuentemente.

Más del 50% de los perros que contrae esta enfermedad, muere por causa de la misma. En el caso de los cachorros, las posibilidades de supervivencia son de solo un 20%. Y en el caso de que los perros sobrevivan, es muy probable que su salud quede estropeada por siempre.

El moquillo deja el sistema inmunológico deteriorado con pocas posibilidades de recuperarse. Los efectos más comunes son parálisis parcial o total, deterioro del sentido del olfato, oído y vista. Los perros infectados son más propensos a otras enfermedades como neumonía. El moquillo canino no se transmite a humanos.

El virus del moquillo canino es generalmente contraído por entrar en contacto con la mucosa de ojos y nariz de perros infectados. La exposición a orina y heces de perros infectados también puede contagiarla.

Aún no estando en contacto con perros infectados, un perro sano puede contraer el virus con solo estar en perreras u otras áreas donde han estado perros infectados. Estas áreas pueden todavía alojar al virus en el aire manteniéndolo vivo por mucho tiempo.

Es casi imposible evitar que tu mascota esté expuesta al virus. Algunos científicos manifiestan que todo perro de 12 meses de edad ha estado en contacto con el virus por lo menos una vez.

Los síntomas de esta cruel enfermedad no son necesariamente fáciles de detectar.  Y es por eso que es raro acceder a un tratamiento inmediato. La enfermedad se esconde detrás de un aparente resfriado junto con fiebre. Complicaciones como neumonía, bronquitis y severa inflamación de estómago e intestino pueden darse como consecuencia de la enfermedad.

Los dueños deben estar atentos a síntomas como ojos entrecerrados o llorosos, pérdida de peso, vómitos, tos, mocos y diarrea.

En la etapa más avanzada de la enfermedad, el virus afecta al sistema nervioso, pudiendo causar tics nerviosos y contracciones, así como parálisis parcial o completa. Los perros infectados también pueden mostrar un comportamiento apático y tener poco apetito.

Prevención

Como dije, el moquillo es difícil de detectar, pero si ves algunos de los síntomas mencionados, recurre al veterinario de forma urgente.

Como en otras enfermedades virales, los perros que sobreviven a la infección quedan inmunizados del moquillo para toda su vida. Sin embargo, la mayoría de los perros (especialmente los cachorros) no sobreviven a la infección.

La vacunación es la más segura protección. Y hasta que los científicos desarrollen una vacuna única contra el moquillo que garantice inmunidad de por vida, los veterinarios recomiendan la vacunación de tu perro todos los años.

Los cachorros cuyos padres han sobrevivido a esta enfermedad, adquieren cierto grado de inmunidad natural del calostro de la leche producida por la madre durante los primeros días de vida. La cantidad de inmunidad que el cachorro recibe difiere con la cantidad de anticuerpos. Sin embargo, nunca es completa y disminuirá rápidamente a la mitad en 8 días y en el transcurso de 2 semanas a casi tres cuartas partes.

Es imposible para el dueño de un perro saber cuándo su mascota debe ser vacunada dado que el apropiado momento de vacunación varía de un animal a otro. El veterinario puede determinar el momento más adecuado para comenzar la vacunación basándose en su experiencia sobre la salud general del perro.

Para mantener una buena salud en tu perro, se recomienda cuidado continuo y atención especial a indicios de mala salud. Los expertos sugieren consultar inmediatamente con tu veterinario si tu mascota muestra signos de:

- Anormalidad en ojos y/o nariz

- Pérdida de apetito

- Cambios de peso

- Excesivo consumo de agua

- Anormalidad en las heces

- Excesivo desgano

- Cojera

- Dificultad para levantarse o echarse

- Constantes temblores de cabeza

- Si tu perro se rasca o mordisquea el cuerpo

- Pérdida de pelo, llagas o pelo sin brillo

- Mal aliento

- Excesivo sarro en los dientes

Es posible que, incluso con estos síntomas, el moquillo no sea la causa. Pero es mejor asegurarse y quedarse tranquilo llevando a tu perro al veterinario.

Aún con una enfermedad tan seria, puedes contrarrestar el moquillo cuidando de la salud de tu mascota, tomando acciones correctivas al observar los síntomas y consultando constantemente con tu veterinario.

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Gracias y que tengas un buen día!

Abril Sánchez.